Después de un conflicto interno que sacudió a la industria tecnológica, Sam Altman, exjefe de OpenAI, regresó a la empresa apenas un día después de ser contratado por Microsoft. OpenAI, con sede en San Francisco, anunció que llegaron a un acuerdo preliminar con Altman para que asuma el cargo de director general con una nueva junta directiva. El ex codirector general Bret Taylor liderará la junta, junto con el exsecretario del Tesoro de Estados Unidos Larry Summers y el director general de Quora Adam D’Angelo. Esta decisión llega después de que la junta anterior despidiera a Altman sin dar explicaciones claras, lo que generó un conflicto interno y presiones por parte de los inversionistas de la startup.
Altman se ha convertido en el rostro de los modelos de inteligencia artificial desde que ChatGPT se hizo popular, siendo este un sistema de inteligencia artificial generativa que crea contenido en respuesta a las solicitudes de los usuarios. Sin embargo, surgieron diferencias entre Altman y algunos miembros de la junta directiva, quienes expresaron preocupaciones sobre los riesgos de seguridad que plantea la inteligencia artificial avanzada.
La rápida reacción de Microsoft para contratar a Altman y otro cofundador de OpenAI, Greg Brockman, quien había renunciado en protesta por el despido de Altman, generó amenazas de un éxodo masivo de empleados. Ante esto, Microsoft ofreció recibir a todos los empleados que deseen unirse a una nueva unidad de investigación de inteligencia artificial en la compañía. El director general de Microsoft, Satya Nadella, también dejó en claro que estaba abierto a la posibilidad de que Altman regresara a OpenAI, siempre y cuando se resolvieran los problemas de gobernanza.
Este cambio en la junta directiva de OpenAI ha sido bien recibido tanto por Microsoft como por Altman. Nadella expresó su aliento por los cambios y destacó la importancia de una gobernanza más estable y efectiva. Altman, por su parte, se mostró entusiasmado por regresar a OpenAI y consolidar la fuerte alianza con Microsoft.
OpenAI, fundada por Altman como una organización sin fines de lucro con la misión de desarrollar inteligencia artificial segura y beneficiosa para la humanidad, se convirtió más tarde en un negocio con ánimo de lucro, pero seguía siendo dirigida por la junta directiva anterior. Aún no está claro si la estructura de la junta cambiará con la incorporación de los nuevos miembros.
En resumen, el regreso de Sam Altman a OpenAI después de su breve paso por Microsoft marca un nuevo capítulo en la historia de la empresa y busca resolver los conflictos internos que surgieron en torno a la construcción segura de la inteligencia artificial. Con una nueva junta directiva y el apoyo de Microsoft, se espera que OpenAI pueda avanzar en su objetivo de desarrollar una inteligencia artificial avanzada y beneficiosa para la humanidad.