SE ACABÓ EL SISTEMA EDUCATIVO: Cuarentena agravó la compleja situación educativa venezolana

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La cuarentena impuesta en el país, a partir del 15 de marzo del año pasado con el fin de frenar los contagios por la COVID-19, agravó la situación que ya venía afectando la educación venezolana.

Pacífico Sánchez | IMP

Así lo considera, al ser consultado por Elimpulso.com, el profesor Tulio Ramírez, director de Doctorado en Educación de la Universidad Católica Andrés Bello y quien, además de docente, es abogado y sociólogo.

Emergencia
Hay que recordar, dijo, que ya había sido declarada una emergencia humanitaria porque había una situación compleja en materia educativa, ya que no sólo existía el problema de falta de mantenimiento en los planteles y de dotación, sino graves niveles nutricionales en los alumnos porque el programa de alimentación se estaba, prácticamente, extinguiendo por cuanto no llegaba a las escuelas.

Además, ya se observaba una gran ausencia de los docentes debido a los bajos salarios y a las difíciles condiciones de trabajo.

Tecnología
La cuarentena lo que hizo fue agravar la situación porque introdujo un nuevo elemento, como es el que aumenta la brecha entre los quienes tienen acceso a las nuevas tecnologías tanto por parte de maestros como de estudiantes.

Hay que agregar el deficiente servicio de Internet, ya que Venezuela tiene un pésimo nivel de cobertura, lo que hace que queden excluidos un número no precisado de estudiantes del país, sobre todo en ciudades pequeñas y el medio rural, señaló el experto.

La inestabilidad de Internet ha generado un serio problema relativo a la capacidad de conectividad entre profesores y alumnos.

Improvisación
Agregó nuestro entrevistado que el tercer aspecto a considerar es que pasamos a un sistema online sin que los profesores estuviesen preparados en la competencia para desarrollar ese tipo de actividad.

Se dejó en los hombros de los educadores la carga para que hicieran lo que tenían que hacer sin ninguna formación, sin ningún lineamiento y que se las arreglaran como pudieran con el fin de aplicar la docencia a distancia.

Consecuencias
Como cada docente hizo lo que pudo, las consecuencias a nivel de la calidad educativa han sido evidentes: los maestros confiesan que el aprendizaje de los niños y de los jóvenes ha disminuido, en tanto que no se han podido ver todos los programas, las promociones se han producido en forma automática por orden de las autoridades de educación, sin constatar que el estudiante ha logrado las competencias que debía alcanzar en cada grado de primaria o en cada año de bachillerato y, por supuesto, todo esto genera un panorama muy complejo, al cual hay que sumarle las medidas erráticas del régimen en materia educativa.

En este orden de ideas, el profesor Ramírez se refiere a las clases por televisión, que resultó un rotundo fracaso, porque a los maestros que colocaron en esos espacios no conocían a plenitud el contenido de las asignaturas, cometían errores garrafales, que ocasionaron escepticismo y desconfianza a tal punto que dejaron de transmitirse esos programas.
Para el especialista era una buena idea utilizar la televisión porque éste medio tiene mayor cobertura que el calamitoso uso de Internet, pero el régimen improvisó con personal no apto y, desde luego, incurrió en un tremendo fiasco.

Pero, como si todo esto fuera poco, el Ejecutivo Nacional ha hecho un llamado a los educadores, para que acudan a dar clases presenciales, sin haber resuelto los problemas de acondicionamiento de planteles y, por supuesto, sin mejorar las condiciones laborales, ni mejorar los servicios.

Desmantelamiento
Por otra parte, el régimen ha venido asfixiando a las universidades al punto que no pueden realizar las actividades de investigación y, prácticamente, se han convertido en unos grandes liceos.

Al mismo tiempo, se ha intensificado una actitud oficialista contra la educación privada, que ha obligado al cierre de un gran número de institutos en todo el país.Y para colmo de males, la cuarentena ha sido aprovechada por bandas criminales para cometer toda clase de delitos contra las instituciones universitarias.

Al respecto conviene señalar que han sido frecuentes los asaltos y hurtos de equipos de las casas de estudio, entre las cuales las más afectadas han sido la Universidad Central de Venezuela, el Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente, la Universidad del Zulia, la Universidad de los Andes, la Universidad de Carabobo y la Univesidad Centroccidental Lisandro Alvarado, para citar algunas de ellas.

Si no fuera una política del Estado, lo pareciera, dijo, porque no hay seguridad por parte de los organismos oficiales y hasta ahora las denuncias formuladas no han obtenido respuestas y, por lo tanto, los hechos delictivos se siguen cometiendo impunemente. Como la pandemia impide las actividades en esas instituciones, indudablemente, esas bandas operan a su libre antojo, manifestó el profesor Ramírez.

Se ha producido un desmantelamiento en las universidades y no será fácil volver a equiparlas convenientemente.

Se acabó el sistema educativo
Frank Andrade, secretario general nacional del Colegio de Profesores de Venezuela, dijo a Elimpulso.com, que “si con las erradas políticas erradas del régimen de Nicolás Maduro había empeorado la situación del sistema educativo venezolano, la pandemia china, que fue aprovechada para establecer una cuarentena para encerrar a toda la población asfixiada por la crisis económica y social, terminó por acabarlo.”

En primer lugar, ahora la educación primaria ha quedado a cargo de los padres y representantes, ya que los alumnos no asisten a clases presenciales, ni mucho menos pueden tener clases a distancia porque no disponen de la herramienta principal, como es de un teléfono inteligente, el cual es muy costoso y no es prioritario para las familias muy pobres, porque, naturalmente, lo primordial es conseguir para comprar los alimentos más esenciales.

En segundo término, esta pandemia china ha ocasionado serios problemas de carácter sicológico a los niños, ya que el encierro les impide llevar con normalidad su niñez y, por supuesto, no pueden adquirir los conocimientos escolares. Esto va a ser un problema muy grave a corto tiempo, porque tendremos una juventud no bien preparada y con muchas dificultades para aprender.

En tercer lugar, los planteles han quedado en el abandono total y las instalaciones han sido desmanteladas, ya que tenemos conocimiento que los delincuentes se han llevado todo lo que han podido, incluso pocetas de baño. Será difícil que una vez pasado el riesgo de la terrible enfermedad, puedan ser nuevamente acondicionados.

Otro aspecto a tomar en consideración es que antes de la pandemia se había ido más del cincuenta por ciento de la plantilla de las escuelas, liceos y universidades, ya que estos profesionales han sido mal pagados. Cabe indicar que en los primeros dos meses del año, a pesar de los riesgos que corren, decenas de profesores se han ido del país y se siguen yendo porque no hay condiciones para seguir en el país. Los que han quedado se han dedicado a diversa actividades. Y no están dispuestos a integrarse a la educación. Tal es la situación que ya las autoridades educativas están enviando oficios a las zonas educativas de todo el país, pidiendo que recluten a los bachilleres para que sean incorporados como maestros. Este es un hecho muy delicado, porque esos jóvenes no han sido preparados y en caso de que reciban talleres para dar clases, no tendrán la capacidad que se le exige a los docentes egresados de los Pedagógicos.

Como si aún no faltaran dificultades, ahora las autoridades educativas han decidido utilizar la plataforma Patria para pagarle a los profesores, pero en ese cruce que se ha hecho con los bancos, son miles los afectados y estamos recibiendo quejas de ellos. Pero, no hay donde formular los reclamos.Y no podemos menos que afirmar que esta es la peor crisis que ha tenido la educación en Venezuela, difícil de resolver porque el responsable es el régimen y éste no sabe rectificar.

Quedamos sin futuro
El profesor Manuel Galíndez, secretario general de la Federación Nacional de Sindicatos y Colegios de Trabajadores de la Educación de Venezuela (Fenatev) en el estado Lara, vaticina que tras el desastre de la educación ocasionada por el régimen y la paralización del país como consecuencia de la COVID-19, lamentablemente, los jóvenes se están quedando sin un futuro promisor.

El principal problema es el de la alimentación para los niños, ya que la mayoría de éstos recibían, aunque precarias, las calorías que necesitaban, asistiendo a las escuelas, donde les proporcionaban una merienda, ya que salían de sus casas en ayunas.

Una vez que se declara la cuarentena, cierran los planteles y desaparece el programa alimentario, ahorrándose el Estado venezolano de una cuantiosa suma de dinero, que ya no gasta en la adquisición de los alimentos para los escolares.

Pero eso, como tampoco la salud, le importa a este régimen, ya que sólo le preocupa mantenerse en el poder, manifestó el dirigente gremial.

Otro aspecto que llama la atención es que la educación a distancia es una ficción, ya que se pretende engañar a la gente mediante la divulgación de una propaganda sobre la enseñanza online, cuando se ha determinado que apenas el 10 por ciento de la población escolar puede recibir ese tipo de aprendizaje; pero, dicho porcentaje no es cierto porque, como todos sabemos, en el país se registra a diario fallas en el sistema eléctrico que impiden el funcionamiento de Internet. Esto quiere decir que más del 90 por ciento no está recibiendo ninguna educación. Ésta ha quedado a cargo de los padres y representantes, sin embargo son muy pocos los que pueden hacerse cargo de esa responsabilidad.

Ya la educación ha sido una obligación del Estado venezolano, por cuanto éste no sólo ha abandonado el programa nutricional de los niños, el mantenimiento de los planteles y el salario y demás beneficios que tenían los educadores, sino que no tiene ningún tipo de programa para asistir a la población escolar y si la educación estaba mal durante este régimen, ahora está peor.

Si ya no hay evaluación de los alumnos y no hay preparación para que los bachilleres puedan continuar estudios, ni tampoco funcionan las escuelas técnicas ni el famoso INCE que formaba técnicos, ¿qué futuro les espera a la juventud venezolana? En el puedan graduase de cualquier profesión, ¿dónde van a realizar pasantías si cada día cierran las empresas y las que aún queda apenas pueden cubrir los salarios de sus trabajadores? ¿ A quién le va a echar la culpa el régimen? ¿A cuál imperio? ¿A la oposición? ¿A la pandemia? La culpa es precisamente del régimen y de más nadie.