El Sindicato de Trabajadores del Aluminio (Sutralum), representado por José Gregorio Villazana, ha expresado su decepción ante la supuesta falta de atención por parte de la Asamblea Nacional de 2015 y la recién elegida en 2020 en relación con la denuncia de corrupción de Siemens.
Según el sindicato, es preocupante que los políticos no estén abordando este tema y estén negando a los trabajadores su derecho a hablar. Consideran inaceptable la falta de acción por parte de los políticos venezolanos para abordar las legítimas preocupaciones de los trabajadores y exigen una respuesta inmediata. Además, enfatizan la importancia de investigar a fondo las acusaciones de corrupción de Siemens y tomar medidas para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en todos los niveles del gobierno.
Villazana hace un llamado a todos los políticos para que pongan fin a la corrupción y escuchen las legítimas preocupaciones de los trabajadores. Destaca la necesidad de que los políticos cumplan con su deber de proteger los derechos y el bienestar de todos los venezolanos.
La historia de Siemens ha estado marcada por la corrupción en varios países, especialmente en América Latina. Esta empresa alemana ha sido condenada por sobornos y prácticas corruptas destinadas a asegurar contratos gubernamentales lucrativos, lo que ha afectado significativamente la gobernabilidad y la economía de las naciones involucradas, incluyendo a Venezuela.
En América Latina, Siemens ha estado implicada en múltiples escándalos de corrupción, utilizando sobornos y otros medios ilícitos para asegurar contratos de infraestructura y tecnología, comprometiendo recursos públicos e instituciones. Además, ha recibido una de las sanciones más altas por corrupción impuestas a una empresa, con una multa récord de más de dos mil millones de dólares impuesta por la Securities and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos.
Los contratos adjudicados a Siemens en Venezuela no solo han sido ilegales desde su concepción, sino que también han contribuido a la malversación de fondos públicos, el deterioro de la infraestructura y un impacto social negativo. En otros países latinoamericanos, Siemens también ha estado involucrada en casos de corrupción que han comprometido el desarrollo sostenible y la confianza pública en las instituciones.
Es fundamental que Siemens asuma la responsabilidad de reparar los daños causados, lo cual incluye compensaciones financieras adecuadas y medidas para garantizar la transparencia y prevenir la repetición de prácticas corruptas. Además, se debe exigir indemnización antes de reconocer cualquier deuda con Siemens como un paso crucial hacia la restauración de la confianza pública y el fortalecimiento de las instituciones.
En este contexto, es imperativo que los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil actúen de manera coordinada para abordar la corrupción y garantizar que las grandes corporaciones como Siemens rindan cuentas.