#SOS CUBA: un despertar, libertad y derechos humanos

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No se puede ser neutral ante la dictadura criminal que viola desde larga data los derechos humanos en Cuba

Por Javier A Ruiz – Infobae

El pueblo cubano está movilizado y pacífico; va desarmado y está siendo objeto de toda clase de agresiones y violencia por parte del régimen. Un régimen dictatorial y criminal, responsable de cientos de muertos, torturas, encarcelados (políticos), detenciones arbitrarias y exiliados.

Estamos asistiendo a un nuevo despertar en la isla. Un amanecer de una nueva generación, que desde hace cuatro años utiliza de manera masiva redes sociales y esta conectada a internet, con lo oneroso que cuesta este servicio en una isla, donde la escasez predomina en el paisaje.

Escasez, gracias a un autobloqueo del régimen dictatorial con su propio pueblo, ya que Cuba, más allá de padecer un “embargo” por parte de Estados Unidos, por la confiscación de propiedades norteamericanas en tierras cubanas, por parte de la dictadura, tiene un intercambio comercial interesante, con China, con países europeos y otros, intercambio que de manera exclusiva usufructúa el régimen. Y el pueblo, sumido en la extrema pobreza.

A la dictadura cubana no le queda nada, estamos viendo el comienzo de la caída de la dictadura más importante de la región y caerán las restantes luego; es inevitable, más allá que los politólogos se debatan sobre el “efecto domino” o “tsunami” al respecto.

Los cubanos con su resistencia durante 62 años le están mostrando al mundo la putrefacta y miserable ideología que el comunismo abraza.

El triunfo cultural y moral de los hermanos cubanos es inmenso. Prendió en toda la región que los responsables del desastre humano, económico, político y social es el comunismo y no las teorías conspirativas de la izquierda. Ya no les cree nadie y van a caer muy pronto.

En Cuba perdieron el miedo y eso le pone fecha de extinción a la dictadura que sobrevivió 62 años. Va a cambiar la historia de intervenciones de la inteligencia cubana en asuntos de otros estados y la exportación de una ideología que causó la muerte de millones de personas

Cuba NO TIENE NINGUN BLOQUEO; solo tiene un embargo, a consecuencia de la confiscación de bienes norteamericanos en Cuba, en 1960. En represalia a esa confiscación, es el embargo impuesto por parte del país del Norte, Kennedy, en 1961.

Según el sitio web de la Organización Mundial del Comercio (WTO) se puede observar, que, en el último periodo, Cuba exportó (entre otros) a China (si, al nuevo actor comercial de estos tiempos), Países Bajos, España, Alemania y Chipre.

El problema es el autobloqueo del régimen a su población. Clara violaciones a los derechos humanos. Con una “pseudo” libertad de expresión o controlada, sin alimentos y una pandemia que esta dejando al desnudo, pobreza (al igual que en Argentina), carencias de ideas y las limitaciones sanitarias, de un régimen que otrora se vanagloriaba de su medicina, y que hoy carece de insumos mínimos.

A Cuba la empobreció el comunismo. No el embargo ni el bloqueo.

El comercio internacional y el capitalismo lo usan únicamente para armar a las tropas paramilitares, pero no para generar bienestar en el pueblo hambreado y desolado.

Cuba es solo la “punta del iceberg”. Por debajo están Rusia y China, que desde el 2008 buscan la destrucción y la rivalidad absoluta con Occidente y son, en gran parte junto a Irán, quienes están financiando muchos de los proyectos de la izquierda latinoamericana.

Cristina Kirchner, Lula Da Silva o Evo Morales, tienen que explicar cuáles son los países que ellos creen como modelos para sus gobiernos. O admitan que son seguidores de la corrupción, el hambre y la miseria como en Cuba, Venezuela, Corea del Norte o China.

López Obrador de México y Alberto Fernández, de Argentina, deberían estudiar y ser precisos de la historia. Y no “repetir” el mensaje del Grupo de Puebla y del Foro de San Pablo.

¿Por qué siguen llamando “bloqueo” al embargo impuesto por Estados Unidos? ¿A qué obedece este discurso? Mas de diez veces, en organismos internacionales, el canciller del régimen cubano se dirigió de esta manera.

Es una gran mentira, que le permitió a gobernantes como Alberto Fernández encubrir a Venezuela y a dictadores de la misma Cuba y Nicaragua y plegarse a la propaganda castrista y comunista.

El actual gobierno rompió los moldes y las tradiciones de una impecable escuela diplomática, basada en la defensa de los valores y derechos humanos.

Esta es la actual política exterior de Argentina, y de su Cancillería. No hay negacionismo. Hay complicidad con la dictadura. Es más fuerte lo que siente por el populismo. El castro chavismo puso de rodillas la sensatez y la tradición de nuestra diplomacia, en materia de defensa de derechos humanos.

La misma Cancillería Argentina que defendió al Hamas, no condenó a la dictadura cubana. Como ciudadanos debemos exigirle al gobierno la urgente declaración en defensa de la libertad de Cuba.

El gobierno de Argentina es castrochavista. Es el mismo que ha defraudado a la comunidad internacional con sus votos en la OEA, respecto de Nicaragua, se ha retirado de una de las dos demandas contra Venezuela en la Corte Penal Internacional en La Haya, y se ha retirado inicialmente del Grupo de Lima. Sostiene la dictadura de Maduro, y se prestan a falsificaciones burdas del gobierno de Bolivia, en perjuicio de la oposición.

El “castrismo” es un sistema y no un gobierno, por lo tanto, una de las opciones peligrosas, es que no haya una caída total, sino un corrimiento del eje: para algunos, Nicaragua y Argentina pueden pasar a ser los Cuba y Venezuela de la década pasada. Por eso este año, el 2021, es un año bisagra para la continuidad republicana y democrática de la Argentina.

Cuando les digan que de nada sirven las marchas o las calles llenas, miren a los cubanos. No hay nada peor para las dictaduras y para el populismo, que un pueblo que comienza a despertarse y pide por su liberación nacional. Cuba, a la larga, será liberada.

La dictadura cesará y el pueblo cubano recuperará su libertad. Puede suceder en unos días, semanas o meses, pero es el curso de la historia. Hay que alzar la voz por la libertad, hay que alzar la voz por Cuba.

El autor es abogado, Especialista en Derecho Internacional. Experto en Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Posg. Ciencias Políticas (LUC).