El ex presidente Donald Trump está contemplando una expansión significativa de su política migratoria de su primer mandato en caso de regresar al poder en 2025. Este plan incluye redadas a gran escala y deportaciones masivas, con la intención de detener a personas que viven en Estados Unidos sin permiso legal y alojarlas en campamentos mientras esperan ser expulsadas.
Entre las propuestas destacadas se encuentran restricciones significativas a la inmigración legal e ilegal, reviviendo políticas fronterizas anteriores, como la prohibición de la entrada de personas de ciertas naciones de mayoría musulmana y la negación de solicitudes de asilo basada en afirmaciones de portar enfermedades infecciosas.
Trump planea recorrer el país en busca de inmigrantes indocumentados y deportar a millones de personas anualmente. Para acelerar las deportaciones, se está preparando una expansión considerable de las expulsiones que no requieren audiencias de debido proceso.
Además, Trump tiene la intención de reasignar agentes federales, así como designar oficiales de policía locales y soldados de la Guardia Nacional de estados republicanos para llevar a cabo redadas masivas.
Con el objetivo de aliviar la presión sobre los centros de detención de ICE, se propone la construcción de campos de detención a gran escala. Para financiar estas iniciativas, se redirigiría dinero del presupuesto militar, replicando una estrategia utilizada durante su primer mandato para financiar el muro fronterizo.
Este plan de Trump para 2025 representa un ataque sin precedentes a la inmigración en la historia moderna de Estados Unidos. Incluiría la cancelación de visas para estudiantes que participen en protestas anti-israelíes o pro palestinas, la revocación del estatus de protección temporal para personas de países considerados inseguros, y la eliminación de la ciudadanía por nacimiento para hijos de padres indocumentados.
Entrevistas con asesores de Trump proporcionan una visión detallada de esta agenda migratoria en un posible segundo mandato. Aunque enfrentaría desafíos logísticos y legales, Trump parece decidido a implementar cambios a gran escala.
Con el contexto actual de una crisis migratoria mundial y un aumento en la frustración de los votantes, Trump ve la oportunidad de avanzar en su agenda migratoria. En un segundo mandato, buscaría un equipo que no limite sus acciones, aprovechando nombramientos judiciales anteriores y el entorno político actual.
Se espera que estas propuestas enfrenten críticas y desafíos legales significativos, pero Trump y sus asesores parecen estar preparados para enfrentarlos en aras de una agenda migratoria más estricta.
Con información de The New York Times