Un vuelo de Delta Airlines que partió de Atlanta con destino a Barcelona tuvo que regresar a la ciudad estadounidense debido a un incidente inusual. Un pasajero a bordo sufrió una repentina diarrea que afectó a gran parte de la cabina, lo que llevó al piloto a calificar la situación como un «riesgo biológico». En contacto con la torre de control, el piloto solicitó permiso para regresar al aeropuerto de salida.
Una vez que el avión aterrizó en Atlanta, el equipo de Delta se puso manos a la obra para desinfectar la aeronave durante varias horas antes de reanudar el vuelo hacia Barcelona. El incidente ocurrió el pasado viernes y causó un retraso de ocho horas en la llegada al aeropuerto de El Prat.
Uno de los pasajeros relató que el pasajero afectado por la diarrea pudo haber manchado hasta 20 filas de asientos. Otro pasajero, viajando con su esposa, describió el vuelo como un «desastre», pero elogió la rápida respuesta del personal en tierra y de la tripulación al abordar la situación. En Twitter, expresó su apoyo a la decisión de regresar y destacó el trabajo realizado por el personal de tierra y los auxiliares de vuelo.
Aunque se desconoce si el pasajero afectado volvió a abordar el avión, se informó que la aerolínea compensó a cada viajero con 200 dólares por los inconvenientes causados. Delta emitió un comunicado disculpándose por el retraso y los inconvenientes en los planes de viaje de sus clientes.
Este incidente sirve como recordatorio de la importancia de mantener una buena higiene y cuidado personal durante los vuelos para evitar situaciones incómodas y posibles riesgos biológicos. Las aerolíneas también deben estar preparadas para hacer frente a situaciones inesperadas y garantizar la seguridad y el bienestar de sus pasajeros.