Una hermosa experiencia en funcionamiento en los Andes venezolanos

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Por Pablo Kaplún Hirsz

ㅡA través del Centro de Investigación en Gestión Integral de Riesgos (Cigir), hemos conocido el proyecto de conservación de la selva nublada en el páramo El Tambor, impulsado por la profesora Ana Quevedo y Mauricio Jerez, junto a otros docentes de la Universidad de Los Andes (ULA). A continuación, ofrecen detalles sobre la ubicación del páramo y su experiencia en este proyecto.

El Páramo El Tambor se encuentra en el Estado Mérida, al sur del lago de Maracaibo, formando parte de los Andes venezolanos. Este macizo montañoso se distingue por su gran belleza escénica y sus características ambientales únicas, albergando bosques nublados, humedales y páramos. Además, posee una gran importancia antropológica y arqueológica, ya que cuenta con lugares sagrados para las comunidades locales. El Tambor es también una fuente vital de agua para varias poblaciones cercanas. Sin embargo, la deforestación y las prácticas inadecuadas de manejo del terreno han llevado a la degradación de este ecosistema y a la pérdida de hábitats, poniendo en riesgo la supervivencia de muchas especies.

En cuanto a la biodiversidad, El Tambor alberga una gran cantidad de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y plantas, muchas de las cuales están en peligro de extinción. Específicamente, se han identificado 42 especies en la lista roja de la IUCN y libros rojos de Venezuela. Ante esta situación, la ULA ha estado presente en El Tambor durante más de 60 años, a través de la Estación Experimental «Bosque Universitario San Eusebio», realizando labores de investigación, docencia y extensión relacionadas con la conservación de los bosques nublados andinos.

ㅡ¿Cuándo y cómo comenzó su experiencia en El Tambor?

Nuestra experiencia en El Tambor se remonta al año 2012, cuando un grupo de profesores y estudiantes de la ULA iniciamos la reproducción en viveros y el establecimiento de plantaciones con especies forestales nativas. En ese momento, se carecía de conocimiento sobre el cultivo y crecimiento de estas especies, lo cual dificultaba los intentos de reforestación. Desde entonces, hemos ampliado el proyecto con la participación de las comunidades locales y el apoyo del Cigir, convirtiéndolo en un proyecto de Restauración Ecológica a Nivel de Paisaje conocido como «Proyecto El Tambor».

Este proyecto tiene como objetivo conservar y restaurar los bosques nublados del Páramo El Tambor, involucrando activamente a las comunidades locales en actividades de información, educación y sensibilización sobre la importancia de la conservación y restauración ecológica. Además, buscamos confirmar la presencia de especies amenazadas en el área mediante la colaboración de expertos y el uso de tecnología avanzada.

ㅡA pesar de la situación actual de la educación en Venezuela, parece que todavía logran la participación de estudiantes de servicio comunitario de la ULA. ¿Cómo lo logran?

En nuestro proyecto, damos gran importancia a la formación de estudiantes universitarios y de secundaria a través de prácticas de campo, servicio comunitario y pasantías. Estas actividades han estado en marcha desde el año 2016. Además, hemos tenido la oportunidad de trabajar con estudiantes de 5º año de bachillerato de instituciones educativas locales bajo nuestra tutoría. Sin embargo, debido a limitaciones logísticas y financieras, no hemos podido contar con un mayor número de estudiantes universitarios en el proyecto.

ㅡLo interesante de su proyecto es que propone una forma diferente de restaurar la selva nublada, alejada de ciertos enfoques agrícolas. ¿Podrían explicar esta peculiaridad?

Restaurar paisajes productivos como El Tambor presenta grandes desafíos, ya que debemos adaptar nuestras estrategias a las perspectivas y necesidades de los productores locales. A diferencia de áreas protegidas, en El Tambor no podemos eliminar las amenazas a los ecosistemas, como la presencia de ganado, quemas y talas. Por lo tanto, nuestro enfoque se basa en trabajar junto a la comunidad para minimizar estas amenazas y promover prácticas de conservación.

Buscamos sensibilizar a las partes interesadas sobre la importancia de garantizar el funcionamiento de los ecosistemas y la conservación de las especies. Para lograrlo, fomentamos acciones de conservación simples pero impactantes, como la exclusión de ganado y la restauración pasiva y activa. Además, creamos redes de actores de conservación que actúan como agentes divulgadores y multiplicadores de acciones coordinadas de conservación y restauración. También informamos y educamos a la comunidad sobre la increíble diversidad de animales y plantas en el área, enfatizando las especies en peligro de extinción y los efectos de la destrucción de hábitats.

ㅡ¿Cómo logran la participación de la comunidad y las escuelas en el proyecto?

Para lograr la participación de la comunidad, realizamos talleres participativos en colegios con el objetivo de sensibilizar a los niños sobre la importancia de conservar y recuperar la selva nublada. También organizamos salidas de campo, actividades de plantación y jornadas de observación de aves. Sin embargo, debido a la pandemia, estas actividades se vieron afectadas durante los últimos años. A pesar de ello, hemos adaptado nuestras estrategias, trabajando con grupos reducidos de personas y enfocándonos en propiedades y áreas cercanas al bosque.

Es fundamental mostrar a la comunidad ejemplos tangibles y exitosos en el campo. La participación activa de las personas en las actividades de restauración, como plantar árboles, les permite experimentar y comprender los esfuerzos y el tiempo que implica este trabajo. De esta manera, se crea un sentido de pertenencia y se fomenta la protección de las áreas restauradas. Además, es necesario brindar asesoría técnica y apoyo continuo a los participantes para asegurar la consolidación del proyecto.

ㅡ¿Qué especies han logrado avistar en El Tambor que son escasas de ver en estos sitios?

Hasta ahora, hemos identificado 42 especies en peligro de extinción en El Tambor, incluyendo mamíferos, aves, anfibios y reptiles. Entre las especies destacadas se encuentran el oso frontino, el paují copete de piedra y un águila de copete, entre otras. También hemos descubierto especies arbóreas en peligro de extinción y hemos registrado más de 150 especies de orquídeas. Estos hallazgos han despertado el interés de expertos internacionales en el campo de la identificación de orquídeas y la conservación de anfibios y reptiles en peligro de extinción.

ㅡ¿Cómo se financia el proyecto de conservación en El Tambor?

Desde el inicio del proyecto, hemos recibido apoyo financiero nacional e internacional. Además, contamos con el apoyo invaluable de las comunidades, los consejos comunales y los propietarios de fincas. Sin embargo, para continuar nuestras actividades y alcanzar nuestras metas, es necesario contar con el apoyo de fundaciones e instituciones comprometidas con la conservación ambiental.

ㅡPara finalizar, ¿podrían compartir algunas palabras de cierre?

Estamos desarrollando un Plan de Restauración del Paisaje Forestal, que nos permite medir el impacto de nuestras acciones y asignar recursos de manera eficiente. Este plan nos guía en la planificación y ejecución de nuestras actividades futuras, basándonos en indicadores sólidos de salud y recuperación del hábitat. Además, estamos aumentando constantemente el número de especies nativas bajo tratamiento de restauración.

Nos pueden seguir en Instagram como @proyectotambor y en YouTube a través del siguiente enlace: https://www.youtube.com/channel/UCtm0wD_brvREAyN2LglbjcQ