«Yo no los envío, son muchas cosas. Primero el agua, también el gas, el transporte, la pandemia», señaló Andy Ovalles madre del Táchira al ser consultada sobre el anuncio de Nicolás Maduro de iniciar las clases el próximo 1 de abril.
Dijo que la pandemia sigue latente y en las escuelas no hay medidas de bioseguridad suficientes.
«Si se llegan a enfermar no hay plata para los medicamentos y yo no corro ese riesgo», dijo Marisabel Delgado quien aseguró que no enviará a sus hijos a clases presenciales.
Señaló que pese a las limitaciones y las fallas del internet y la luz, prefiere seguir ayudando a sus hijos con las tareas en la casa.
«Ellos van a llevar la enfermedad a la casa no están preparados ni ellos ni nosotros como padres», Nancy Ostos considera que es un riesgo que no piensa correr.
Destacó que los niños pequeños son muy inquietos, se quitan el tapabocas y no acatan las normas de protección para evitar el COVID-19.
Por su parte, Julia Niño añadió que la mayoría de las escuelas están muy deterioradas, para ella no hay condiciones sanitarias, ni de infraestructura para comenzar las clases.
Señalaron también que las instituciones educativas usadas por el gobierno chavista para el refugio de migrantes venezolanos fueron destruidas y no las han acondicionado.