En Venezuela se han multiplicado las fallas del servicio eléctrico desde el 7 de marzo de 2019, cuando tres apagones masivos en apenas una semana sumieron al país en una crisis de servicios públicos, sin precedentes en la historia nacional.
Pero las interrupciones de electricidad, entre 7 y 10 en forma de sucesivos mini apagones y fluctuaciones eléctricas, ocurridas solo en la tarde de este miércoles, indican que el sistema se agrava y que el país está a punto de volver a la oscurana, señala el ingeniero José Aguilar, especialista internacional del tema de electricidad.
Las fallas eléctricas afectaron extensos sectores de Caracas, capital y sede del poder, y otras ciudades de al menos 15 de las 23 entidades de Venezuela. En la turística isla de Margarita, Nueva Esparta, no hubo luz por más de siete horas. Mientras, el régimen de Nicolás Maduro ofreció electricidad a Brasil, en fecha reciente.
“No puedo decir que habrá otro apagón nacional, pero sospecho por los síntomas que el sistema está entrando en serios problemas, y si no se restringe el servicio eléctrico más de 10 estados del occidente, centro y oriente se afectarán severamente”, advierte.
Déficit de generación eléctrica
En la actualidad, Venezuela depende en 80% de la generación hidroeléctrica del Guri y de otras dos centrales de Guayana, estado Bolívar, ante la insuficiencia de termoeléctricas debido a la falta de combustible, una paradoja en el país petrolero.
Y presenta un déficit de electricidad de entre 500 MW y 1.000 MW. Una insuficiencia mayor que la de Cuba (947MW) que el lunes pasado alcanzó en apagones una cifra récord.
“En la noche el déficit puede ser mayor debido a que ocurre el mayor pico de consumo de todo el día”, precisa Aguilar.
Venezuela, durante los gobiernos chavistas, ha tenido 8 % más de agua para el Guri que en todo el siglo XX, señala. Sin embargo, desde 2007, cuando disponía de 16.248 MW instalados, la crisis eléctrica avanzó sin remedio ni inversión, y ocasionó pérdidas por más de un trillón de dólares en 10 años, según estudios especializados.
“El año 2021 fue uno de los más accidentados en 133 años de historia del servicio”, puntualiza el consultor.
Mezcla de causas de alto voltaje
Para el especialista varias causas confluyeron en las fallas del sistema. Una avería no localizada, a lo largo de la línea 765 KV de transmisión de 165 kilómetros, que transporta energía desde el Guri a todo el país, sería una posible causa de la “caída” del sistema eléctrico, según habrían indicado trabajadores de Corpoelec.
No obstante, Aguilar destaca otra posible causa: en esta época del año aparece la máxima demanda anual de potencia y consumo, las cuales deberían estar por encima de los 13.000 MW y 275 a 280 KW hora x día, respectivamente, durante 24 horas.
La alta demanda puede extenderse hasta noviembre, dice. Y el sistema eléctrico no está en condiciones de aguantar.
“Cuando Corpoelec, tratando de hacer lo que puede, se aleja de las operaciones seguras y encima existe un evidente desgaste de infraestructura, el sistema es vulnerable”, explica.
La empresa estatal, responsable del servicio de electricidad, no suministra aún información del suceso. En su lugar, se dedicó a difundir en sus redes información sobre cambio de bombillos y de “importantes actividades con el fin de seguir fortaleciendo el sistema eléctrico nacional”.
Vidas sin electricidad
Las fallas eléctricas de este miércoles en Venezuela son apenas una señal del progresivo deterioro del sistema eléctrico nacional, en todas sus fases, que se ha convertido en calamidad social y ha ocasionado desplazamientos internos y migración forzada de venezolanos.
Y no serán las últimas de la secuencia. Lo confirma el alto número de equipos indisponibles en la red de transmisión y de distribución, además de la insuficiente generación fuera de la región Guayana, y la falta de operarios experimentados, el bajón del sistema más complicado.
Y lo temen los habitantes. Alexandra Hernández dice que ve apagarse el país poco a poco, aunque no se enteró de las sucesivas fluctuaciones que afectaron a buena parte de la población en Caracas.
El edificio donde vive, ubicado en la avenida principal de El Cafetal, en el sureste de Caracas, es una de las siete torres multifamiliares que no tiene luz desde hace un mes aproximadamente. El transformador que les permitía tener electricidad explotó y trabajadores de Corpoelec le han comunicado a los habitantes que no pueden sustituirlo, por lo cual les llevan una enorme planta eléctrica que reparte la energía solamente dos horas al día a cada edificio.
“¿Qué vamos a hacer? Tampoco tuvimos servicio de agua, así vamos. Pero ya no salimos ni a protestar por la falta de servicios”.