Frente a un supermercado en una zona clase media de Caracas, Luisa y su hermana Beatriz Torrealba calculan cuánto dinero les queda para este mes, pues el aporte que le enviaban sus hijos desde los países donde hoy viven se redujo a la mitad desde febrero, por los efectos de las medidas de cuarentena. Compraron un kilogramo de carne, un par de plátanos y paquete de frijoles negros que deben durar al máximo.
Por Adriana Núñez Rabascall / voanoticias.com
“Te baja tu calidad de vida, tu nivel de vida para cubrir ingresos”, cuenta Beatriz mientras revisa nuevamente la factura del mercado y verifica cuánto costó lo que lleva en 3 bolsas. Sabe que vendrán días difíciles, por eso ambas han decidido limitar aún más los gastos, pero les preocupa no poder pagar el mantenimiento del condominio del edificio donde viven.
Según la encuestadora More Consulting, en los primeros dos meses de 2020, un 18 % de los venezolanos reveló que recibe algún tipo de ayuda económica del exterior, principalmente utilizada para comprar medicinas o alimentos.
Laura Eckert forma parte de la cifra. Su familia le enviaba periódicamente desde España, una caja con productos de supermercado, pero desde que comenzó la pandemia, la encomienda llega con menos frecuencia.
“Venezuela es el país más caro del mundo y el más pobre del mundo. Lo que tú consigues en otro país en un dólar, aquí te lo venden en 6”, lamenta Eckert, mientras advierte que las divisas en Venezuela alcanzan cada vez para menos por la hiperinflación y la devaluación del bolívar, la moneda nacional.
“ Antes con 20 dólares podías hacer un buen mercado, ahora necesitas 30, 40, 50 dólares y para llevarte 3 bolsitas”, explica.
La firma Datanálisis advirtió que, para el cierre de 2020, el monto en remesas que venían recibiendo los venezolanos podría caer entre un 30 y 35% y las más perjudicadas serían las familias cuyos seres queridos se desmpeñan en actividades informales, en países como Colombia y Perú.