Venezuela siempre ha sido un defensor del diálogo, incluso con Estados Unidos, cuya disposición determinará si se restablece algún tipo de representación diplomática entre los dos países. El ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil, mencionó que retomar las sedes consulares es un punto fundamental en este proceso.
Gil explicó que Venezuela busca tener buenas relaciones con todos los países, incluido Estados Unidos, a pesar de las diferencias históricas e ideológicas. No descartó la posibilidad de tener representación diplomática mutua en el futuro, pero señaló que depende de Estados Unidos permitir que Venezuela recupere sus sedes consulares que actualmente están secuestradas.
Las relaciones bilaterales entre Caracas y Washington han mejorado significativamente en los últimos años. Han firmado varios acuerdos, incluyendo uno para la repatriación de ciudadanos venezolanos en Estados Unidos. Actualmente, ambos países están trabajando en los aspectos logísticos de este proceso.
En cuanto a la cumbre migratoria convocada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, Gil destacó que Venezuela tiene mucho que aportar en la protección y el retorno seguro de los migrantes. Venezuela ha sido tradicionalmente un país receptor de migración, pero también se ha convertido en un país emisor de emigrantes debido a las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos. Sin embargo, con la recuperación económica que está experimentando el país, ha habido un retorno de cerca de un millón de venezolanos.
En la cumbre de México, Venezuela buscará exigir respeto a los derechos humanos de los migrantes y la libre movilidad. También pedirá ayuda para facilitar el retorno de los migrantes a Venezuela. El país ha implementado un programa llamado «Vuelta a la patria» que financia el retorno voluntario de los migrantes. Hasta ahora, más de 350.000 venezolanos han regresado a través de este programa y se está coordinando con los países de Centroamérica y México para ampliarlo.