En su discurso nacional del domingo por la noche, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, respondió a las declaraciones del papa Francisco en las que instaba a Ucrania a tener «el coraje de la bandera blanca y de negociar» al ver que estaba perdiendo la guerra.
Zelenski enfatizó que si los asesinos y torturadores rusos no avanzaban hacia Europa, era gracias a los ucranianos armados bajo la bandera azul y amarilla.
Además, destacó el impacto devastador de los proyectiles rusos en Ucrania, señalando que muchas casas y iglesias habían sido quemadas y destruidas. Estas palabras del presidente ucraniano dejaron claro que es Rusia quien debe detenerse para poner fin a la guerra.
Las declaraciones del Papa han generado indignación en Ucrania, donde tanto la sociedad civil como la jerarquía católica, en un país mayoritariamente ortodoxo, han criticado al pontífice.