Encovi 2022 enciende alarmas sobre el futuro de un país con pocos jóvenes productivos

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El crecimiento económico y la disminución de la pobreza están destinados a estancarse si el Gobierno no trabaja en políticas públicas que permitan mejorar las condiciones de vida de la población, para que puedan integrarse de mejor manera en sectores productivos, alertan investigadores de la IIES-UCAB que presentaron los resultados de la Encovi 2022

Brian Contreras / TalCual

La presentación de resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) del 2022 ofreció un atisbo de esperanza tras años de malas noticias y cifras atemorizantes. La noticia es que, por primera vez en siete años se registró una disminución de la pobreza, un hito en medio de la crisis socioeconómica que padece Venezuela desde hace más de un lustro.

A pesar de los positivos presentados por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB), que dejan en evidencia el cese de la caída de las condiciones económicas y sociales del país, se ciernen dudas sobre la continuidad de esta recuperación. En un plazo más largo, preocupan las bases sobre las cuales se cimenta el futuro del país.

Y es que, después de la masiva diáspora padecida por Venezuela, que alejó a más de 7 millones de venezolanos de su país según cifras de Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), se produjo una reestructuración demográfica del país.

La directora del Observatorio Venezolano de Migración de la UCAB, Anitza Freitez, sostuvo que esta modificación repentina en la dinámica poblacional genera un cambio en los índices de crecimiento y tasas demográficas, que además tendrán cada vez mayores consecuencias para el sector productivo del país.

«Vamos a ir registrando a lo largo del tiempo el efecto de esta pérdida de población. Perdimos la ventaja demográfica que teníamos por la disponibilidad de una amplia base poblacional en edad de trabajar, que debía contar con posibilidades de inserción para aumentar la productividad, un factor de peso para el desarrollo», explicó durante la presentación de Encovi 2022.

Al enorme problema que representa la pérdida de población en edad laboral, se suman dificultades para aprovechar a la masa poblacional en ese rango de edad que permanece en Venezuela.

Pese a que los datos de Encovi reflejan un incremento en los niveles de ocupación e incluso un aumento del empleo formal, dentro de la población desocupada se encuentra una preocupante cantidad de jóvenes venezolanos que no trabajan, ni tampoco estudian. Se encuentran dentro del 11,4% que agrupa el ítem «otra situación» dentro de la población inactiva medida por la Encovi 2022:

Población desocupada, Encovi 2022

De acuerdo con el investigador de la UCAB Luis Pedro España, esto se debe en gran medida a las dificultades que está teniendo el Gobierno para insertar a la población juvenil a sectores productivos de la economía, ante la ausencia de políticas públicas enfocadas en jóvenes.

«El desempleo juvenil, entre los 15 y 24 años, está aproximadamente bajo, en el orden del 10%. Lo que es preocupante es el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan. Esto nos dice que el Gobierno está teniendo problemas para insertar a jóvenes en la sociedad, sacarlos de las familias e incorporarlos en la sociedad a través de empleo o estudio», sostuvo.

Una sociedad que perdió a una cantidad de jóvenes similar a la que registran países en guerra, y que además es incapaz de insertar a los jóvenes que quedan a las estructuras sociales y económicas, debe preocuparse por el panorama futuro.

Esto supone dudas incluso para la población laboral que ya está de salida al acercarse a sus años de pensión, pues quienes se encargan de financiar la seguridad social son las generaciones que toman el testigo. Son sus aportes al Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) los que generan los fondos para otorgar las pensiones.

«Los de nuestra generación cruzamos los dedos para que la generación en edad de trabajar pueda tener oportunidades de inserción en el mercado laboral y puedan financiar nuestra seguridad social», aclaró Freites.

Para España, el Gobierno tiene que enfocarse en una política pública orientada en la juventud, que permita insertarlos en sectores productivos para incentivarlos, no solo a trabajar, sino atenuar sus ganas de abandonar el país.

«Se necesita una política pública de juventud. Hay que complementar las políticas públicas y sociales en las que se ha concentrado el Gobierno para que incluya más al sector juvenil y que así disminuya el desempleo desalentado», insistió el sociólogo.

En estas condiciones inestables se produce la recuperación económica que empieza a mejorar algunos indicadores de la población. Encovi no solo registró una reducción de la pobreza de 65,2% a 50,5%, sino que evidenció un aumento en el trabajo formal, del ingreso promedio y de varias actividades económicas.

Aunque estos indicadores sean positivos, los investigadores del IIES alertan que podría ser algo temporal. Dadas las condiciones actuales, este crecimiento se estancará más temprano que tarde y las estadísticas dejarán de presentar números positivos.

Los porcentajes altos de crecimiento se presentan especialmente a la base tan pequeña con la que se hizo la medición, debido a que la economía venezolana cayó ocho años continuos hasta contraerse un 80% comparado con el tamaño de la economía en 2013.

Si la actividad económica crece en la misma proporción que en 2021, pero con una base más amplia porque ya creció el año anterior, cada vez los porcentajes serán inferiores.

De hecho, esto ya empieza a ocurrir. Se pronostica una ralentización de la actividad económica para el segundo semestre de 2022 en comparación con el mismo período del año anterior. Seguirá creciendo, pero con un porcentaje de 7,2%. El año 2023 podría seguir esta misma tendencia, pues se pronostica una mejora de 4,4%. Con el tiempo, este porcentaje se irá aplanando.

España recalcó que, en años previos, la pobreza era determinada casi únicamente por los bajos ingresos. Ahora, ante la recuperación de los salarios, otros elementos empiezan a ganar notoriedad al momento de determinar el grado de pobreza en la población, como lo son las condiciones sociales, tales como el acceso a la vivienda, la educación y los servicios.

«El ingreso empieza a perder peso como responsable de la pobreza multidimensional, pero otros factores sociales no siguen el ritmo del crecimiento económico, como el acceso a la vivienda, la educación y los servicios», enfatizó.

Encovi 2022: Ingreso como factor de pobreza

Por esta razón, en algún punto, aunque crezca el ingreso, la tasa de pobreza no se reducirá. Son necesarias políticas públicas para que la calidad de vida de los venezolanos siga mejorando.

«Se necesitan políticas públicas. Mientras eso no ocurra, vamos a llegar a un valle en el cual no se seguirá recuperando la pobreza únicamente por el crecimiento económico», argumentó España.