Los océanos baten récords de temperaturas y afectan a las especies marinas como si fueran incendios

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Los océanos del mundo han alcanzado un nuevo récord de temperatura, pero no hay nada que celebrar. Este aumento de temperatura no solo puede tener repercusiones negativas en el clima global, sino también en la vida marina y en las comunidades costeras. Para muchas especies marinas, la situación es equivalente a estar sumergidas en un incendio forestal en el océano.

El calentamiento de los océanos está directamente relacionado con la quema de combustibles fósiles como carbón, gas y petróleo. Las emisiones contaminantes producidas por esta actividad son las responsables de que los océanos se calienten. Según el Observatorio Climático de la Unión Europea, Copernicus, el 30 de julio la temperatura de la superficie de los océanos alcanzó los 20,96 grados, superando el récord anterior de 20,95 grados en marzo de 2016, según informó un portavoz del servicio Copernicus. Es importante destacar que estos datos no incluyen las regiones polares.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), que utiliza una base de datos diferente, también ha registrado un aumento similar en las temperaturas oceánicas en los últimos meses.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió sobre los efectos de las olas de calor marinas, que incluyen la migración de especies, extinciones y la llegada de especies invasoras con consecuencias para la pesca y la acuicultura.

Además, la OMM anunció que el récord de temperatura media de la superficie del mar se alcanzó el 4 de abril de este año, con 21,06 grados Celsius, superando el máximo anterior de 21,01 grados en marzo de 2016. Posteriormente, el 1 de agosto, las temperaturas medias se situaron en 21,03 grados Celsius.

El problema radica en que los océanos han absorbido el 90% del exceso de calor generado por la actividad humana desde el comienzo de la era industrial. Este exceso de calor continúa acumulándose a medida que los gases de efecto invernadero, principalmente derivados de la quema de combustibles fósiles, se acumulan en la atmósfera terrestre.

A nivel mundial, la temperatura promedio de los océanos ha superado regularmente los récords de calor estacional desde abril. Según Piers Forster, del Centro Internacional del Clima de la Universidad de Leeds en el Reino Unido, esta ola de calor oceánico representa una amenaza inminente para algunas especies marinas. Ya se están observando los efectos, como el blanqueamiento del coral en Florida.

Se espera que el calentamiento de los océanos tenga otros efectos perjudiciales en la vida marina, como la migración de especies y la propagación de especies invasoras, lo que podría afectar las poblaciones de peces y poner en peligro la seguridad alimentaria en ciertas partes del planeta.

Además, los océanos más cálidos son menos capaces de absorber dióxido de carbono (CO2), lo que refuerza el círculo vicioso del calentamiento global. Sumado a esto, se prevé que las temperaturas sean más altas debido al fenómeno de El Niño, que tiende a calentar las aguas y que, según informes de la OMM, está desarrollándose actualmente.

Los científicos pronostican que los peores efectos de este El Niño se registrarán a finales de 2023 y continuarán en los años siguientes. Además de los factores a corto plazo, la causa principal a largo plazo del calentamiento de los océanos es la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera debido a la actividad humana, especialmente la quema de combustibles fósiles, según el director de investigación climática de la Universidad de Reading, Rowan Sutton.

En el mes pasado, se registraron temperaturas de 38,3 grados Celsius en la costa de Florida, lo que podría establecer un nuevo récord mundial si se confirma la cifra.

Según datos provisionales de la NOAA, las aguas superficiales del Océano Atlántico Norte alcanzaron una temperatura media récord de 24,9 grados Celsius la semana pasada. Por lo general, esta región no alcanza su temperatura máxima hasta septiembre. Desde marzo, las temperaturas han sido más altas que en años anteriores y la diferencia con los registros anteriores ha ido aumentando en las últimas semanas, convirtiendo al Atlántico Norte en un punto crucial para observar el calentamiento de los océanos a nivel mundial.

El mar Mediterráneo también ha establecido un récord de temperatura diaria en julio, con una temperatura media de 28,71 grados Celsius, según el principal centro de investigación marítima de España.

Las olas de calor marinas se han vuelto dos veces más frecuentes desde 1982, según un informe de 2019 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Si no se reducen las emisiones contaminantes, se estima que para el año 2100 estas olas de calor serán diez veces más intensas que a principios del siglo XX. Es por estos riesgos que líderes mundiales, como el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, han llamado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible.

Se espera que el uso de carbón, petróleo y gas sea el centro de las discusiones en la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima, llamada COP28, que se celebrará a finales de año en Dubai, Emiratos Árabes.

Joaquim Garrabou, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de España, ha afirmado que las olas de calor marinas afectan a la flora y fauna marina. El año pasado, impactaron a alrededor de 50 especies, como corales, esponjas, algas y moluscos. Según el experto, «si las cosas no cambian, habrá un nuevo fenómeno de mortalidad de muchas especies que no pueden moverse. Para ellas, es como si hubiera un incendio forestal en el mar», declaró al diario El País.