Miguel Cabrera, de niño prodigio a leyenda del béisbol de Grandes Ligas

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«Miggy, gracias por todo». El mundo del béisbol rinde homenaje a uno de los mejores bateadores de todos los tiempos. Miguel Cabrera se despide como una leyenda, cumpliendo la promesa que su inmenso talento hizo hace 21 años, cuando debutó en las Grandes Ligas.

Sus números son impresionantes: 3,174 hits, un promedio de bateo de .306, 511 jonrones, 627 dobles, 1,881 carreras impulsadas y 1,551 anotadas… y en el camino, el poderoso toletero venezolano ganó dos premios al Jugador Más Valioso y cuatro títulos de bateo.

«Jugué con amor. Jugué duro. Voy a extrañar el béisbol, pero así es la vida, siempre hay un final», dijo Cabrera a la prensa. Con 40 años de edad, jugó su último partido en las Grandes Ligas el domingo, en un emocionante encuentro en el Comerica Park de Detroit, donde sus hijos Isabella, Christopher y Brisel anunciaron su nombre por los altavoces y la multitud le ovacionó sin cesar.

Criado en una familia de deportistas en el humilde barrio de La Pedrera, en Maracay, su ciudad natal situada a 120 kilómetros de Caracas, Cabrera tenía solo 16 años cuando firmó con los Marlins de Florida (actualmente Marlins de Miami) por un bono récord para un joven prospecto: 1.8 millones de dólares. Su madre, Goya, había jugado softbol en la selección nacional y su tío David dirigía la escuela de béisbol donde se formó.

A los 20 años, en 2003, debutó en las Grandes Ligas y brilló desde el primer día al conectar su primer hit, un jonrón que decidió la victoria en entradas extras. Ese mismo año ganó la Serie Mundial, dejando su huella con un memorable cuadrangular en el cuarto juego contra Roger Clemens y los Yanquis de Nueva York.

En 2008, fue transferido a los Tigres de Detroit, el equipo con el que se convirtió en una leyenda. Cabrera se retira como el tercer jugador en la historia de las Grandes Ligas en combinar más de 3,000 hits, un promedio de bateo superior a .300 y más de 500 jonrones. Sus compañeros en esta exclusiva lista son Willie Mays y Hank Aaron.

Con sus 3,174 hits, Cabrera se une a Albert Pujols, Adrián Beltré, Alex Rodríguez, Rod Carew, Rafael Palmeiro y Roberto Clemente como uno de los siete peloteros latinoamericanos que han alcanzado la marca de los 3,000 hits.

Una vez, AJ Hinch, exmanager de los Tigres de Detroit, dijo: «Miggy es la prueba viva de que las leyendas existen».

El Salón de la Fama espera a Cabrera, después de haber firmado un contrato de ocho años y 152 millones de dólares con los Tigres de Detroit. Cada centavo valió la pena, con tres títulos de bateo y uno de jonrones en sus primeras seis temporadas con el equipo, además de sus dos premios al Jugador Más Valioso (2012 y 2013) y su histórica hazaña de ganar la Triple Corona.

En 2012, Cabrera lideró la Liga Americana en promedio de bateo (.330), jonrones (44) y carreras impulsadas (139), convirtiéndose en el decimoséptimo jugador en la historia de las Grandes Ligas en lograr la Triple Corona. Fue la primera vez desde 1967 que alguien conseguía esta hazaña.

A lo largo de su carrera, Cabrera también ha enfrentado dificultades, como problemas con el alcohol que lo llevaron a buscar ayuda en 2011. En ese momento, se disculpó y prometió ganarse el respeto de todos, lo cual cumplió con creces.

Un año icónico para Cabrera fue 2015, cuando superó los 400 jonrones y se convirtió en el pelotero venezolano con más cuadrangulares en la historia, dejando atrás a su ídolo de la infancia, Andrés Galarraga.

Cabrera también tuvo éxito en el béisbol venezolano, ganando cuatro campeonatos con los Tigres de Aragua, el equipo con el que debutó como profesional a los 16 años.

Es una figura que trasciende el béisbol en Venezuela. «Desde niña te admiro, eres un ejemplo para el mundo y para mí. Eres sinónimo de Venezuela. ¡Eres el mejor, Miggy!», escribió en redes sociales Yulimar Rojas, la campeona olímpica y mundial de salto triple.