lunes, julio 21, 2025
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¡MUY TURBIO! Esta es la razón por la que no llega el bono “Héroes de la Salud”

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Desde hace aproximadamente 1 año en eso que desde la oposición han llamado el gobierno interino, se empezó a utilizar la plataforma AirTM que es una billetera electrónica en dólares fundada en el 2015 por dos jóvenes: Ruben Galindo Steckel y Antonio Garcia. Es una plataforma de dinero en la nube que permite que cualquier persona pueda guardar o mover su dinero. Desde entonces, a través de ese medio, Juan Guaidó ha recibido y manejado fondos que, entre otras cosas, han usado para hacer todas las erogaciones (pagos de nómina, etc) para el funcionamiento de esa estructura clientelar armada por él.

Quienes proponen la idea del uso de la plataforma AirTM a Sergio Vergara fueron los secretarios de Juan Guaidó; Rafael Rico y Francesco Coletta.

Esta plataforma es la que además ahora están usando para dar lo que ellos han llamado “Héroes de la Salud” a algunos médicos que se registraron en ese proceso creado por ellos. Solo para esta parte del pago de ese bono manejan un fondo de unos $18 millones que está disponible desde el martes. Los $18 millones salen del fondo de $80 millones autorizados por ellos en la Asamblea Nacional (que salen a su vez de una cuenta del BCV con $340 millones en USA).

Por sus gestiones logradas de introducir la plataforma AirTM, como mecanismo para el manejo de fondos de Guaidó, Rafael Rico, Francesco Coletta, Sergio Vergara y Gustavo Guaidó han recibido la jugosa comisión de 3 millones de dólares, distribuidos de la siguiente forma: 500mil para Rafael Rico, 500mil para Francesco Coletta, 1 millón para Sergio Vergara y 1 millón para Gustavo Guaidó.

Sudeban ordena monitoreo exhaustivo de transacciones con AirTM (José Escalona / IMP )

A través de un documento, la Superintendencia de Bancos (Sudeban) ordenó el monitoreo “exhaustivo” de las transacciones que se efectúen a través de AirTM, plataforma la cual será utilizada por Juan Guaidó para hacer llegar los 100 dólares al personal de la salud que está enfrentando al COVID-19.

Sudeban establece que supuestamente se ha evidenciado “a través de sus sistemas de prevención y control” riesgos y operaciones “inusuales”.

En dicho comunicado se insta al sistema bancario nacional “a efectuar un monitoreo exhaustivo de las transacciones efectuadas con las características supra señaladas a través de sus plataformas, en cumplimiento de las disposiciones establecidas en la Resolución 083.18 “Normas relativas a la Administración y Fiscalización de los Riesgos Relacionados con la Legitimación de Capitales, Financiamiento al Terrorismo y Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva aplicables a las Instituciones del Sector Bancario”.

Reiteran que las Instituciones Bancarias están obligadas a garantizar la transparencia de las transacciones que se efectúen a través de su plataforma, así como, les acompaña la obligación de contar con controles en el uso y acceso de sus herramientas tecnológicas, que imposibiliten la actividad de empresas que pretendan operar en el sistema transaccional nacional, fuera del marco regulatorio dictado al efecto.

¡21 AÑOS DE REVOLUCIÓN! La destrucción del sistema eléctrico a manos del chavismo

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Desprofesionalización, partidización y una voraz corrupción rodeada de una opacidad e improvisación sin precedentes en la historia eléctrica no sólo de Venezuela sino a escala mundial, han sido los ingredientes usados por la revolución bolivariana para la destrucción del sistema eléctrico nacional

Abelardo Perez / TalCual

La electricidad es sinónimo de progreso. Desde hace casi un siglo los venezolanos dependen de un suministro eléctrico confiable para realizar la mayoría de sus actividades. Además, el crecimiento económico, el desarrollo industrial y la evolución demográfica del país van de la mano de una red interconectada que funcione de manera óptima.

Antes de 1999, año en que asume el poder la llamada «revolución bolivariana» con el fallecido Hugo Chávez Frías a la cabeza, los apagones no eran eventos frecuentes ni formaban parte de la cotidianidad de los venezolanos, al menos en los principales centros urbanos.

El desempeño del SIN (Sistema Interconectado Nacional) era aceptable en las áreas de generación hidroeléctrica en Guayana y los Andes, termoeléctrica y en materia de transmisión, distribución y consumo.

La central hidroeléctrica «Simón Bolívar» ubicada en la represa del Guri se terminó de construir en 1986.

El ingeniero José Aguilar, consejero técnico en materia eléctrica de Juan Guaidó (presidente de la AN y reconocido como mandatario interino por más de 50 países, incluyendo Estados Unidos) refiere que en lo relativo a la generación térmica, el mejor desempeño correspondía a las empresas privadas en Caracas (EDC); Valencia (Eleval); Zulia (Enelven); Barquisimeto (Elebar); Costa Oriental del Lago (Enelco) y Nueva Esparta (Seneca).

Añade que cerraban el cuadro, con un desempeño subestándar, las instalaciones de la Compañía de Administración y Fomento Eléctrico (Cadafe) tanto en las hidrológicas en los Andes y las térmicas en los Andes, Falcón, así como en las regiones central y oriental.

«Colectivamente se asomaban problemas, que fueron debida y oportunamente advertidos, por falta de inversión y diferimiento de mantenimientos críticos y rezago en proyectos estructurales para satisfacer la demanda y crecimiento previstos. Administrativamente de manera colectiva, la gestión comenzaba a sufrir, por falta de recaudación», reconoce Aguilar.

Sin embargo asegura que existía un sobre equipamiento, mejores capacidades de diagnóstico y fortaleza en el área de planificación del SIN de mediano y largo plazo. «Con la relativa poca edad de la infraestructura, se daba un servicio que gozaba de mucha aceptación en el público».

Destrucción del sistema eléctrico
No obstante, desde hace una más de década se ha hecho evidente la destrucción del sistema eléctrico nacional por acciones de la gerencia designada en un primer momento por Hugo Chávez y posteriormente por el gobernante Nicolás Maduro.

Los apagones son cada vez más habituales en un país con la mayor reserva de petróleo del mundo pero donde las plantas termoeléctricas no aportan ni 7% de la energía que se consume, amén de no servir de respaldo a la generación hidroeléctrica.

Según Aguilar, Venezuela cuenta con 65 plantas termoeléctricas mayores y 94 de generación distribuida. “De las plantas mayores, 38 están en cero MW, es decir totalmente inoperativas, entre estas Planta Centro y el complejo adyacente de Termocarabobo que poseen una capacidad instalada combinada de 3.492 MW”.

Agrega que sólo unas 27 plantas mayores operan en el país y de estas 15 lo hacen con pocas unidades en funcionamiento.

Además, de las 94 plantas de generación distribuida asegura que apenas si funcionan, con cierta intermitencia, unas 3 o 4 dependiendo de la disponibilidad de combustible.

Miles de fallas
Además de los dos mega apagones que se registraron en 2019 (7 y 25 de marzo) ese año se contabilizaron cerca de 23.860 fallas eléctricas en todo el país y en lo que va de 2020 esta cifra supera los 20 mil eventos.

Entendiendo | La destrucción del sistema eléctrico por el chavismo
Dos mega apagones y miles de fallas eléctricas se registran desde 2019.

Para Aguilar, esto se debe a que en las dos últimas décadas la llamada revolución bolivariana ha causado «destrozos» en toda la cadena de valor del SIN (generación; transmisión; distribución y atención al cliente o gestión comercial).

«A mi juicio, de forma ex profeso a fin de utilizar la falta de electricidad, que se traduce en la disminución de la calidad de vida y el progreso, para la dominación y hasta domesticación de la sociedad desde la palestra del poder», asegura.

Voraz corrupción
Aguilar estima que en materia gerencial, «se asfixió el recurso humano a través de la desprofesionalización y partidización. Además, se desató una voraz corrupción rodeada de una opacidad e improvisación sin precedentes en la historia eléctrica no sólo de Venezuela sino a nivel mundial» que provocó la destrucción del sistema eléctrico.

Según sus cálculos, los venezolanos deberían contar con el mejor servicio eléctrico del mundo porque entre 1999 y 2019 los gobiernos chavistas «invirtieron» una cifra cercana a los 100 millardos de dólares para el SIN.

En contraste, durante las administraciones anteriores, entre 1948 y 1998, todos los capitales públicos y privados destinados al SIN sumaron $48,25 millardos, «y dejaron un sistema eléctrico que, aunque no era perfecto, siempre se anticipó a los requerimientos energéticos del país».

Señala que técnicamente Corpoelec ha sobrecargado la red interconectada para cubrir marcados déficit de generación térmica fuera del estado Bolívar, sobre todo en los últimos cinco años y esto lamentablemente, junto con una creciente ausencia de mantenimiento, ha resultado en el deterioro del sistema troncal y la subtransmisión.

Aguilar añade que la red de distribución (la más cercana a los usuarios del servicio) ha sido la «cenicienta» en cuanto a recursos asignados (menos del 10%) y el mantenimiento ha sido muy deficiente.

«Este tratamiento ha llevado a grandes fallas a una red de transmisión que ya se le había quedado chica al país para utilizar de manera eficaz el poderío de los recursos hídricos de Guayana, llevando en tres ocasiones (2003, 2010 y 2016) en lo que va del siglo XXI a meses de criticidad por mal manejo del embalse de Guri, en este caso por sobrexigencia en ciclos hidrológicos desfavorables ante la ausencia de suficiente generación térmica efectivamente disponible. Esto causó una gran socavación a la industria, comercio y calidad de vida de los venezolanos».

Explica Aguilar que los daños a la red interconectada, en especial en la red troncal y sus derivaciones más importantes, finalmente sucumbieron en marzo del 2019, sumiendo al país en un caos por los apagones y los daños inducidos en más de seis docenas de equipos de gran envergadura que al sol de hoy casi 18 meses después, no han sido reemplazados. Esto ha ocasionado severas limitaciones en el mantenimiento y maniobrabilidad de la red interconectada.

Crisis en estéreo
Según Aguilar, otro factor que agudiza la grave situación del SIN es la situación en la que se encuentra la industria petrolera nacional.

«Las dos crisis están en estéreo y contribuyen a la miseria energética del país. Pdvsa requiere de electricidad para su producción eléctrica y Corpoelec requiere de los combustibles que ésta puede producir para sus plantas térmicas, en especial el gas, para de esa manera completar el requerimiento energético de la nación».

Considera que la mejor manera de darle a Pdvsa la electricidad que necesita para su activación es a través de los complejos hidroeléctricos y para ello se requiere la recuperación del SIN.

«Pdvsa va a requerir de respaldo térmico, pero no en la manera en que se procedió bajo un plan mal concebido conocido como plan de autosuficiencia, que no fue otra cosa que otra parte de la ‘piñata eléctrica’ con el Tesoro de los venezolanos para esquilmar recursos inimaginables, los casos más emblemáticos son los escándalos Derwick, las plantas construidas con empresas Chinas y la Planta Bachaquero, al sol de hoy casi 3 millardos de dólares para 300 MW, la planta térmica más costosa del mundo en su género».

Para Aquilar, la estatal petrolera necesita ser remunerada por sus combustibles adecuadamente y debe regresar al «core» de su negocio: producir petróleo.

«Lo mismo pasa con Corpoelec que también debe pagar el verdadero costo de los combustibles que obtenga de Pdvsa y al mismo tiempo ella debe recibir una tarifa que genere sustentabilidad, rentabilidad de sus actividades. Cero corrupción, fraudes, mucha ética, disciplina y constancia».

En cualquier momento
Aguilar recuerda que a finales de 2018 advirtió que estaban dadas las condiciones para un gran apagón nacional, lo que lamentablemente pocos meses después ocurrió en dos ocasiones (7 y 25 de marzo de 2019).

«Lo grave no es que ocurra un gran apagón, lo peor es que la gerencia de Corpoelec demostró que no están preparados para la recuperación de la carga ante este tipo de contingencias».

Asegura que cada apagón revela fallas, lecciones, análisis y recomendaciones para evitar su recurrencia. «Si los análisis técnicos fuesen hechos con las herramientas adecuadas y los criterios técnicos libre de toda interferencia politiquera, y se permite la operación del SIN en condición de degradación y no se violan las recomendaciones y las lecciones aprendidas, entonces se minimiza el riesgo de la recurrencia. Esto es un tema de disciplina operacional».

Aguilar explica que hasta con los mejores sistemas se corre el riesgo de que pueda ocurrir un apagón, «son los procedimientos y la pericia de los operadores lo que pueden marcar la diferencia para minimizar el trauma a la colectividad. Eso ha venido brillando por su ausencia desde 2007 de manera creciente».

Considera que para minimizar los riesgos que conllevan los apagones lo primero que debería hacer el gobierno es decirle la verdad al pueblo.

«La falta de transparencia no permite precisiones. La disciplina técnica operacional es vital para minimizar el riesgo. Hoy Guri está al tope de su capacidad y Venezuela jamás había sido tan racionada como ha venido sucediendo desde 2019».

¿Qué hacer?
«La primera causa, la raíz de la crisis en el SIN es el régimen de Nicolás Maduro. Al cambiar el régimen se abren las oportunidades para un cambio positivo, ético, libre de vicios y con estricto apego a meritocracia. Si los vicios persisten, es decir con una nueva administración pública se ejecuta un cambio a la ‘quítate tú pa ponerme yo’, el fracaso será estruendoso y rápido».

Aguilar explica que actualmente forma parte de una comisión designada por Juan Guaidó que tiene como objetivo presentar ante proveedores internacionales el Plan para la Recuperación del Sistema Eléctrico Venezolano, conocido como Vesrp (por sus siglas en inglés, Venezuelan Electrical System Recovery Plan)

«Hemos venido dando a conocer nuestros resultados, siempre respetando los convenios de confidencialidad firmados, con la intención de tener, al momento que se de un cambio político, un proceso de asignación ético y totalmente pulcro por lo que en algunos temas debemos guardar la reserva del caso, para garantizar al país las mejores soluciones al mejor costo. No es un secreto que el tema eléctrico se ha prestado para muchas estafas al tesoro de la nación».

¿Tiempo y dinero?
El experto asegura que el plan de recuperación del sector eléctrico venezolano requiere al menos 15.000 millones de dólares. «Para darle solución definitiva, aumentar la eficiencia y poder ofrecer las tarifas más bajas a Venezuela, dándole así una ventaja competitiva en el ámbito regional».

Estima que incluso el monto de la inversión podría bajar, «pero no se puede esperar indefinidamente para su implantación, ya que mientras más dure el régimen chavista en el poder, mayor será el deterioro».

Sobre el tiempo estima que tomará entre tres y cuatro años. «Todo depende de los recursos que se puedan conseguir, que van en función de convencer a los inversionistas de la congruencia técnica del plan, su alta probabilidad de éxito, medido entre otras cosas por la confianza, rentabilidad y mejoramiento que el mismo daría a Venezuela para que de los grandes saltos de recuperación de la potencialmente es capaz».

¡NUEVO ESCÁNDALO! Fox News: Trump llamó "perdedores" y "fracasados" a los caídos en la I Guerra Mundial

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha considerado «estúpida» la guerra de Vietnam y ha calificado de «fracasados» a los soldados de su país, según una periodista de la cadena de televisión Fox News, que citó a dos exfuncionarios de alto rango de la Administración. ND

En un hilo de tuits, la corresponsal de Seguridad Nacional de Fox News, Jennifer Griffin, explicó que los dos exfuncionarios le han confirmado también los insultos del mandatario a los estadounidenses fallecidos durante la I Guerra Mundial.

«Según un exfuncionario de alto rango de la Administración de Trump, ‘cuando el presidente habló sobre la Guerra de Vietnam dijo: Fue una guerra estúpida, todos los que fueron eran unos fracasados», afirmó la periodista de Fox News.

La misma fuente agregó que había oído a Trump comentar sobre los veteranos estadounidenses, «¿qué ganan con eso? No ganan nada de dinero».

Ese mismo funcionario señaló que «un defecto del carácter del presidente es que no puede comprender por qué alguien moriría por su país, no merece la pena».

El jueves la revista The Atlantic publicó un artículo, donde se asegura que Trump llamó en 2018 «perdedores» y «fracasados» a los estadounidenses que murieron en la I Guerra Mundial, y que dijo no entendía qué ganan los ciudadanos de su país al ir a combatir al extranjero, lo que ha sido negado por el mandatario.

Según The Atlantic, cuya información confirmó la agencia AP con una fuente del Pentágono, los supuestos insultos de Trump se produjeron durante su visita a París en noviembre de 2018 para participar en el centenario del armisticio de la I Guerra Mundial, donde murieron más de 116.000 militares estadounidenses.

El mandatario tenía previsto desplazarse durante ese viaje al cementerio estadounidense de Aisne-Marne, cerca de París, pero canceló la visita en el último momento al asegurar que su «helicóptero no podía volar» con la lluvia de ese día.

La revista, que cita a cuatro fuentes conocedoras de lo sucedido, afirma que las verdaderas razones por las que Trump suspendió el acto fue porque temía que su pelo se despeinara con la lluvia y porque no le parecía importante homenajear a los estadounidenses muertos en la guerra.

«¿Por qué debería ir a ese cementerio? Está lleno de perdedores», dijo Trump a varios miembros de su equipo la mañana en la que tenía previsto hacer la visita, de acuerdo con la prestigiosa publicación.

La periodista de Fox News leyó extractos del artículo de Atlantic a sus fuentes y de ellas apuntó: «El presidente diría cosas como esa. No sabe por qué la gente se une al ejército. Pensaría ¿Por qué la gente hace eso?».

Respecto al viaje a Francia con motivo del centenario de armisticio, uno de los exfuncionarios subrayó que Trump «no estaba de buen humor. (El presidente de Francia, Emmanuel) Marcon le había dicho algo que lo enfadó sobre la fiabilidad de EE.UU. y la necesidad, quizás, de un Ejército europeo».

«Él (Trump) preguntó por qué tenía que ir a dos cementerios», dijo uno de los exfuncionarios, que cita Fox News.

Entonces, siempre de acuerdo a la misma fuente, el personal del presidente le propuso cancelar la visita, a lo que Trump se quejó de que «siempre te van a matar (en referencia a la prensa) por esto».

Después de finalmente la visita fuera cancelada, el exfuncionario destacó que el mandatario estaba muy enfadado.

A la pregunta de si Trump podría haber sido llevado en coche al cementerio de Aisne-Marne, una de las fuentes detalló que «el presidente va mucho en coche. Los otros líderes mundiales fueron en coche a los cementerios. Simplemente él no quería ir».

La polémica no se queda en esa visita a Francia, ya que durante una sesión de planificación en la Casa Blanca sobre la exhibición militar del 4 de Julio, tras ver el desfile del Día de la Bastilla en 2017, Trump supuestamente dijo sobre la inclusión de «tipos heridos». «Ese no es un buen aspecto», «a los estadounidenses no les gusta eso», indicó la fuente. EFE

ENTREVISTA EXPLOSIVA: María Corina Machado "Capriles está con el régimen de Maduro"

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La coordinadora nacional de Vente Venezuela insistió en que la mayoría del país está convencida de que el régimen de Nicolás Maduro solo caerá construyendo una alianza que denomina Operación de Paz y Estabilización

GDA | El Tiempo

Dentro de la agenda por el Pacto Unitario, a 100 días de las elecciones parlamentarias en Venezuela convocadas por el régimen de Nicolás Maduro, el presidente encargado Juan Guaidó se reunió con María Corina Machado, coordinadora nacional de Vente Venezuela, con quien no logró llegar a un acuerdo.

—¿Por qué la oposición venezolana no ha podido blindarse en el objetivo del “cese de la usurpación”?
—Porque dentro de lo que se llama oposición hay actores que están dispuestos a un sistema de cohabitación, otros no quieren asumir la naturaleza criminal del régimen, otros no confían en el espíritu de lucha de nuestros compatriotas y hay quienes no quieren buscar ni comprometer las fuerzas externas para terminar de desmontar un sistema criminal que tiene a Venezuela ocupada por fuerzas del crimen mundial.

—¿Cuál fue la propuesta que Guaidó le hizo? ¿Y qué generó su desacuerdo?

—Entre otras cosas planteó consultar a la sociedad venezolana sobre el destino o la ruta política a seguir. Los venezolanos han sido claros sobre lo que quieren. El 16 de julio de 2017 dieron un mandato, casi 8 millones de venezolanos, asumiendo un riesgo enorme, le dimos un mandato a la Asamblea Nacional, mandato que no cumplió, que no ha cumplido. Luego ratificamos ese mandato el 23 de enero de 2019, cuando se juramentó el presidente Juan Guaidó frente a miles de venezolanos. Ya decidimos lo que queremos y el mandato está vigente. No puede haber duda de la ruta por seguir. No es momento de consultar, sino de actuar.

—¿Una consulta como la realizada en 2017?
—Efectivamente. Esa es una de las propuestas.

—Pero ¿qué se le va a preguntar a la sociedad venezolana?

—No lo sé.

—Ah, ¿no se lo dijo?

—Bueno, es que hay múltiples propuestas. Lo que jamás aceptaríamos es que se busque un mecanismo –digamos de consulta plebiscitaria– para prolongar indefinidamente la situación en la que nos encontramos. Eso es inadmisible.

—¿Un plebiscito para consultar si quieren mantener vigente la Asamblea Nacional actual?

—A estas alturas es irrelevante el contenido. No podemos perder más tiempo. El gobierno interino lleva 17 meses en el poder, quedan cuatro meses, y se han manejado opciones que solo dan tiempo y oxígeno al régimen. El punto medular es: ¿es o no es Venezuela un Estado fallido?, ¿un Estado ocupado?, ¿un país donde el régimen viola masivamente los derechos humanos?, lo dijo la señora Bachelet, ¿una amenaza para la seguridad nacional de Colombia, Brasil, Bolivia, Perú, Centroamérica, de los EE UU?, y lo dijo el presidente Duque cuando habló de la pretensión de comprar los misiles, lo dijo el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur, es una amenaza para la seguridad hemisférica. ¿Qué más hay que consultar?

Este régimen no va a salir por vía electoral, por diálogo. Solo va a salir cuando se conforme, se termine de construir, una amenaza inminente con acciones en desarrollo que les haga entender que tienen que aceptar los términos para su salida. No hay otra opción, eso lo sabemos los venezolanos y también nuestros aliados internacionales.

—Vienen las elecciones de EE UU. ¿Ese plebiscito lo quieren realizar inmediatamente? ¿Esa hoja de ruta de la que Guaidó habla de qué se trata?

—Eso no lo tengo claro. Eso habrá que preguntárselo a él.

—Muchos dirigentes de oposición la tildan de “populista”.

—A quien diga que soy populista porque digo lo que la gente quiere escuchar yo le respondo: la gente quiere escuchar la verdad y siempre la he dicho sobre este régimen y cómo lo vamos a sacar. Hace unos años era una minoría del país quienes compartían esta visión. Era más fácil creer que este régimen saldría por una elección, porque más de 90% lo queremos. Hoy la inmensa mayoría está convencida de que este régimen va a salir construyendo una ruta de fuerza que hemos llamado Operación de Paz y Estabilización, que implica un enorme esfuerzo organizativo y movilizador interno y conseguir y comprometer los apoyos externos que se necesiten.

—Yon Goicoechea dijo que EE UU le ha dicho a usted que “la opción de fuerza no es algo inmediato. Menos en plena campaña de Trump”.
—Les respondo a este señor, a los venezolanos y a los latinoamericanos: Venezuela es un Estado fallido, un Estado forajido y esas dinámicas criminales no conocen fronteras. A mí no me vengan a decir: ¡ah es que los actores y aliados externos no están dispuestos! ¡Si así fuese, la tarea prioritaria de un gobierno interino es convencer, persuadir y comprometer! El trabajo de la dirección política es la coordinación, sincronización de las fuerzas y eventos externos e internos, y eso tiene que ser conducido con un liderazgo que genere confianza. Se ha fallado frente al país y frente a nuestros principales aliados.

—¿Usted no piensa que el apoyo que se ha logrado internacionalmente es uno de los logros de este gobierno interino?

—Creo que los apoyos, el reconocimiento que hoy existe al gobierno interino es producto de 20 años de lucha de los venezolanos. Pero aún no se ha concretado. Falta convencer sobre la urgencia y concretar. Porque te voy a decir algo, muchos alegan el costo de la actuación en Venezuela por parte de nuestros aliados, y aquí quiero decir: nadie está planteando la invasión de Venezuela, eso es una banalización y una ridiculización de lo que nosotros estamos planteando.

Aquí estamos enfrentando un conflicto no convencional que no solo se está librando en el territorio venezolano, sino que tiene muchas dinámicas fuera del territorio. ¿Qué pasos importantes se están dando? Pongo como ejemplo la captura de Alex Saab y la gran coalición antinarcóticos en el Caribe. Esa es la línea que hay que continuar, pero no hay que demostrar debilidad, sino acelerar el proceso.

—Pero en esos dos ejemplos que menciona, ¿ha tenido un papel importante el gobierno de Guaidó?

—Creo que el gobierno interino está cumpliendo labores de interlocución internacional para acelerar algunas. Sostengo que hay que presionar, dejar descartadas las vías que sirven de distracción y que, lejos de generar más presión, descomprimen, cortar todos los vínculos de raíz con sectores que tienen intereses económicos vinculados con el régimen y que han estado influyendo sobre una política de cohabitación.

—¿Guaidó le manifestó que mantiene su propuesta de un gobierno de emergencia nacional?

—Sí, efectivamente.
—¿Cuál es la diferencia de esa figura y la del gobierno que él preside?
—Ese es mi punto. ¡El gobierno de emergencia es él! Yo tengo una profunda diferencia sobre eso, porque Guaidó ha planteado que en ese gobierno de transición permanecería en el poder el alto mando militar actual, pero, además, formaría parte del gobierno de transición. Esto recuerda a la fórmula fallida del 30 de abril, cuando el interinato planteó una fórmula en la que permanecían o eran parte del gobierno de transición la mafia judicial –Maikel Moreno–, la financiera –Raúl Gorrín–, la militar –Padrino López–.

Yo te pregunto: ¿cómo crees tú que se siente el militar venezolano, el teniente coronel, el mayor o el capitán, al cual hoy le pedimos que no acate las órdenes ilegítimas de Maduro de represión, persecución o de cohabitación con la guerrilla y carteles de droga, y que ahora se le dijera que, si se produjera un cambio con esta dirección política, esos altos mandos (que esos militares institucionales saben que son corruptos hasta la médula) no solo permanecerían impunes, sino, además, serían parte del gobierno de transición y seguirían siendo sus superiores. Esto genera un corto circuito y una contradicción profunda en los sectores democráticos institucionales que aún quedan en las fuerzas armadas.

—Venezuela no es el Chile de Pinochet, quien se mantuvo como comandante en jefe de las fuerzas armadas.

—Es que no hay instituciones. Es la mafia con la que no puedes negociar y mucho menos cogobernar.

—Me pide no hablar de invasión, pero, en carta a Guaidó, tras la reunión, usted le reclama: “Te has negado sistemáticamente a aprobar el artículo 187.11, que sería parte del marco jurídico para el apoyo internacional”. Y ese artículo dice: “Autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país”. ¿Eso no es una invasión?

—Nosotros debemos conformar una Operación de Paz y Estabilización, pero no es para invadir al país. Es para contribuir. Cuando Maduro sienta la presión externa y acepte los términos de su salida, para contribuir a retomar el control del territorio con la desarticulación de estos grupos criminales. Si un país sabe que eso es impostergable, es precisamente Colombia. El problema es que nosotros tenemos las mafias en el régimen, en Miraflores, pero súmale los grupos terroristas de Hezbolá, de Hamas, a los agentes cubanos, rusos, iraníes operando en Venezuela. Esto lo saben nuestros aliados muy bien. Venezuela es un país ocupado.

De 335 municipios que tiene, 214 tienen presencia activa de grupos criminales. 71% del territorio. Estos grupos criminales han empezado a pelearse entre ellos y a desconocer la autoridad del régimen. Venezuela puede terminar como Somalia. Eso sí es un conflicto que se va de las manos.

—¿Será que el gobierno de EE UU le ha comunicado a Guaidó que no puede apoyar ningún tipo de acción hacia Venezuela, más allá de las sanciones y acciones judiciales?

—Eso no lo sé. Pero Guaidó está por el interés de los venezolanos, no de los Estados Unidos. Ese es su mandato y debe actuar en función de lo que necesitamos los venezolanos. Si no logramos configurar la paz y estabilización, la devastación y las muertes que nos vienen se pierden de vista. ¡Y no te quiero decir lo que le espera a Colombia! Porque Colombia está en la mira y es la próxima víctima de este proceso criminal.

Insisto. Si queremos enviar un mensaje inequívoco a las fuerzas armadas, al régimen de Maduro, sus cómplices internacionales y a nuestros aliados internacionales, habría que haber aprobado este artículo hace mucho tiempo.

—¿Se uniría a Henrique Capriles, quien no apoya la ruta de Guaidó?

—¡Mi problema no es Guaidó!, ¡mi problema es Maduro! Y Capriles está con el régimen de Maduro. Quienes plantean participar en esa farsa electoral le hacen el juego a la tiranía, y sí, son los que le están haciendo el daño mayor a Guaidó.

¡EL PAÍS SE DETIENE! Conductores y transportistas venezolanos ya guardan la gasolina “solo para emergencias”

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Choferes de transporte público, carga pesada y hasta de carros particulares prefieren estacionar sus vehículos y dejar para una emergencia el poco combustible que logran surtir, pues con la crisis que hay con la gasolina, no hay garantía de que puedan volver a tanquear.

María B. Jordán || LA PRENSA DE LARA

Conductores explican que después de pasar hasta 20 días en cola, sólo les surten 30 litros, una cantidad mínima para una unidad de transporte público que debe recorrer la ciudad desde diferentes puntos. Es decir, 30 litros alcanzan para 300 kilómetros, sólo si la buseta no presenta daños en el motor, y esa cantidad de kilometraje cuando mucho se recorre en un día de trabajo.

“¿Qué hacemos nosotros con durar 10, 15 y hasta 20 días en una cola si la gasolina se la consume la buseta en un solo día?, es preferible dejar el carro parado y buscar otras alternativas y ver cómo resolvemos la plata para la comida” dijo el transportista Anderson Querales, quien añadió que usando los 30 litros para trabajar un día, no le da para llenar el tanque de combustible en estaciones dolarizadas.

Edgar Castillo, quien conduce un camión 750 para trasladar plátanos de Río Claro a diferentes zonas de Barquisimeto, ayer cumplió 17 días en una cola intentando surtir gasolina. Frustrado por tanta espera señaló que si lograba tanquear guardaría su vehículo para una verdadera emergencia. “No puedo trabajar más con mi carro porque no me alcanza la gasolina, cuando logro surtir solamente lo dejo para cualquier emergencia porque mis padres superan los 70 años y tengo que tener el tanque con alguna reserva para llevarlos al médico o comprar sus medicamentos“, dijo.

Castillo contó que solventa atendiendo a sus clientes en el carro de su hermano que trabaja a gasoil que a pesar que no está tan fácil de conseguir, es más accesible que la gasolina y rinde más.

Máximiliano Díaz relató que sumó 19 días en una cola para surtir gasolina a su carro, una situación que calificó como una falta de respeto y humillación. “Entonces uno logra tanquear y tiene que dejar el carro en la casa, tengo suerte que vivo en el centro y tengo farmacias y varios negocios cerca pero hay lugares donde caminando no puedo llegar y me veo obligado a usar carro, pero solo si es una prioridad“, dijo.

Sacrificios

La ausencia del combustible hace que venezolanos tengan que correr riesgos, caminar e incluso buscar alternativas para poder trasladar a un familiar enfermo a pesar que tienen un carro en sus casas.

Deimis Mosquera tuvo que trasladar a su mamá desde Barrio Unión hasta la avenida Vargas para poder hacerle unos exámenes rayos X, pues no tiene ni una sola gota de gasolina en su carro. “Se trata de una emergencia, ella tuvo una fractura y un vecino nos hizo el favor en una cava porque es a gasoil” expresó.

La señora iba en una camilla en la cava y así fue como pudieron trasladarla. Ellos consideran que no es lo más indicado, pero no tienen otra opción.

Historias como estas son muchas. Unas más dramáticas que otras, pero siempre representan un sacrificio enorme por la falta de gasolina.

Tal es el caso de José Vielma quien trasladó a su madre en una silla de ruedas y bajo un sol inclemente desde la Ruezga Sur hasta Ascardio y viceversa, para un chequeo médico. “No tenemos gasolina, no hay transporte y esta es la única manera de solventar”.

¡ESCLAVOS DEL SIGLO XXI! Trabajadores públicos venezolanos “celebraron su día en la completa miseria

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Cada 4 de septiembre se celebra el Día del Empleado Público en Venezuela, sin embargo, este año, quienes desempeñan funciones en la administración pública no tienen motivos para celebrar.

Manuela Reyes Gómez || La Prensa del Táchira

“No hay mucho que celebrar a parte del significado del día como tal. Me siento igual que todos los servidores públicos de este país, sin estímulo, sin garantías, sin oportunidades“. Así se expresa Alma Guerrero, secretaria ejecutiva del Sindicato Único de Empleados Públicos del ejecutivo del estado Táchira.

“Hoy carecemos de los beneficios laborales más elementales. No hay ni equidad ni igualdad pues la remuneración que percibimos no alcanza ni para dos productos de la cesta básica“, lamenta.

Asegura que en la actualidad los servidores públicos no cuentan con seguridad social e indica que han elevado propuestas para la dolarización de los sueldos “en un estimado de 600 dólares como mínimo“, así como “adecuar el tabulador en base a la meritocracia y tomando en cuenta las contrataciones colectivas“.

Sin razones para celebrar

“La dignidad del funcionario público ha disminuido a niveles desastrosos con una indolencia de un gobierno nacional que no ve en el trabajo algo importante. Definitivamente no hay nada que celebrar“.

Así se expresa Sergio Olano, secretario de reclamos del Sindicato Único de Empleados Públicos del ejecutivo del estado Táchira, quien expresó que “el empleado público durante muchos años ha venido decayendo en su situación y sus beneficios. Cada vez estamos más desasistidos, los beneficios se nos han ido disminuyendo, los beneficios contractuales se han ido diluyendo en el tiempo“.

Lo anterior, debido a que, según narra Olano, este gremio tiene 20 años sin renovar su contrato colectivo. “Introdujimos hace 3 años un nuevo proyecto de convención colectiva que aún no ha pasado de las primeras fases“.

“Vamos empeorando”

De acuerdo a Olano, no existe una verdadera intención a nivel nacional de mejorar la vida de quienes laboran en la administración pública, pues de acuerdo a la Ley, para mejorar o modificar las convenciones colectivas, las mismas deben ir hasta los ministerios de Planificación y Desarrollo y Economía y Finanzas “y ahí se tranca mucho”.

“No hay una verdadera intención de hacer la convención colectiva“, lamenta Olano, “Ya que nuestros salarios son paupérrimos, nuestra condición de comida y familiar son condiciones mínimas y no están concatenados con los Derechos Humanos y con los derechos del trabajo que son siempre beneficios progresivos. Nosotros vamos empeorando“.

Debido a que la Gobernación depende de los situados que llegan desde Caracas, “con ese cuentagotas que ahora le tienen a los estados, le envían lo mínimo necesario“, lo que deja fuera los tan deseados beneficios laborales.

“Es una lucha, tiene que ir a Caracas, regresar de Caracas, tienen que pedirle permiso para hacer cualquier cosa en beneficio de los trabajadores y el gobierno nacional se hace el de la vista gorda y echa para atrás los papeles“, lamenta.

Ni sol ni sombra de lo que era

Hace 30 o 40 años, los trabajos como empleados públicos eran los más buscados debido al estatus y beneficios que este tipo de empleo ofrecía. Olano es hijo de un empleado público que con sus ingresos logró comprar casa propia, carro y pagar la educación de sus hijos, sin embargo, para Olano y sus compañeros, esto es imposible.

“Hoy día a nosotros no es difícil pagar un alquiler como funcionarios públicos, mucho menos podemos darle una vida digna a nuestra familia o a nosotros mismos”. Por eso, muchos de sus compañeros en su tiempo libre buscan otras opciones para generar ingresos como “plomeros, carpinteros, mecánicos, taxean, mucho delivery, ofrecen comida, dulces, todo aquello para lograr mantener a las familias“.

Y es que con un salario de entre 400 mil y 600 mil bolívares mensuales, no es mucho lo que pueden comprar. No obstante, la señora Alma Guerrero desea animar a sus colegas a “seguir adelante, a seguir dando y colocando su granito de arena para mejorar lo que esté por mejorar y superar todas las adversidades que estamos pasando. Ya vendrán tiempos mejores, Dios mediante“.

¡DEMOLEDOR! Pronostican que la cifra de muertos por covid-19 podría triplicarse a nivel mundial para fin de año

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Los especialistas consideran este escenario como el «más probable», a menos que los gobiernos reconsideren la flexibilización de medidas diseñadas para mitigar la propagación del coronavirus

RT

Las muertes relacionadas con el nuevo coronavirus podrían triplicarse en los próximos cuatro meses, siendo las regiones de Europa, Asia Central y EE.UU. las que mayor riesgo enfrentan si los gobiernos no toman medidas, según advierte un modelo de previsiones sobre la pandemia publicado esta semana por el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.

Estas nuevas predicciones sugieren que el número total de casos fatales en todo el mundo a causa del covid-19 podría ascender a 2,8 millones para el 1 de enero de 2021, es decir alrededor de 1,9 millones más que los registrados actualmente.

Además, señalan que las muertes diarias podrían llegar a 30.000 para diciembre de este año, a menos que las autoridades de los distintos países reconsideren la flexibilización de las medidas diseñadas para mitigar la propagación del Sars-Cov-2.

«Estas primeras proyecciones mundiales por país ofrecen un pronóstico desalentador, así como una hoja de ruta hacia el alivio del covid-19 que los líderes gubernamentales y las personas pueden seguir», subrayó el director del IHME, Christopher Murray, y advirtió que «nos enfrentamos a la perspectiva de un diciembre mortal», sobre todo para algunos países de Europa, la India, Estados Unidos y América Latina.

Prevenir la transmisión
«Pero la ciencia es clara y la evidencia irrefutable: el uso de máscaras, el distanciamiento social y los límites a las reuniones sociales son vitales para ayudar a prevenir la transmisión del virus», agregó.

Este escenario, considerado como el «más probable», asume que el uso de máscaras y otras medidas de mitigación permanecerán sin cambios mientras los líderes mundiales se enfocan en reactivar sus economías. De todas maneras, los investigadores también crearon modelos para el peor y el mejor de los casos.

En un escenario en el que el uso de máscaras se mantiene al ritmo actual y los gobiernos continúan relajando las medidas de distanciamiento social, los expertos consideran que las muertes podrían llegar a los 4 millones. Por otro lado, en el «mejor de los casos», si el uso de cubrebocas se generaliza y se imponen mayores medidas de distanciamiento los fallecimientos llegarían a cerca de los 2 millones a nivel global, salvando unas 750.000 vidas.

En todo caso, Murray señaló que todavía estamos a tiempo para tomar medidas que puedan mitigar la propagación del brote, recordando que las enfermedades respiratorias suelen alcanzar su punto máximo en los meses de invierno.

¡SIN PRECEDENTES! La banca venezolana muestra la intermediación financiera más baja de su historia

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La banca venezolana muestra unos resultados poco favorables al cierre del primer semestre de 2020. Según los datos publicados por la Sudeban, a los créditos y los ingresos del sector se los sigue devorando la hiperinflación y la devaluación. Pocos bancos se mantienen con una alta participación de un mercado que se hace cada vez más pequeño en comparación con la de otros países en la región

Ahiana Figueroa | @ahianaf / TalCual

«La banca venezolana no está en posición para servir como factor de apalancamiento, de ejecutar su principal función que es la canalización de los recursos superavitarios de la economía a actividades productivas y fomentar con ello el crecimiento económico», así se desprende de un informe de la consultora Torino Capital sobre el sector financiero en Venezuela.

Y es que de acuerdo a los resultados de la banca publicados por la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) al cierre del primer semestre de 2020, se evidencia una caída del negocio bancario que cada vez se hace más pequeño en patrimonio y activos, una baja entrega de créditos a los sectores productivos, y unos ingresos en bolívares que son devorados por la hiperinflación y la devaluación.

«Con todo lo que se ha contraído la economía (más de 70% en seis años y contando), la cartera de créditos de la banca venezolana no llega ni siquiera a un 1 punto de PIB (Producto Interno Bruto). El crédito no existe», afirmó Asdrúbal Oliveros, economista y director de la consultora Ecoanalítica.

Uno de los resultados más preocupantes es la intermediación financiera en el sistema, que a finales de junio de 2020 fue de 11,34%, una cifra sin precedentes en la historia del país. Esto significa que por cada 100 bolívares de captaciones del público, apenas entrega 11,34 bolívares en préstamos.

De los 29 bancos en el país, solo cuatro muestran una mayor aprobación de créditos: Exterior, Plaza, Bancrecer y Mi Banco.

La caída de la intermediación financiera se evidencia cuando del 64,1% registrado en diciembre de 1998 pasó a 61,01% en el primer trimestre de 2001. De ahí en adelante comienza la disminución del índice hasta llegar a 48,05% en diciembre de 2004 y luego de una leve recuperación a mediados de 2018 (56,09%), se dio inicio en 2019 al desplome del indicador con 15,86% en enero y de 13,29% en diciembre de ese año.

Analistas bancarios han explicado que la menor entrega de préstamos bancarios obedece a la crisis económica del país y a la política de aumentos de encaje legal aplicada por el Banco Central de Venezuela (BCV) desde 2019. Esta decisión buscó poner freno al alza del dólar en el mercado paralelo, a través de una severa restricción de liquidez al sector privado vía reducción del crédito. Sin embargo, hasta la fecha la medida ha profundizado la recesión de la economía y no ha impedido que el precio de la divisa norteamericana siga tomando vuelo.

Por otra parte, tal y como lo señaló Torino en su informe, la banca hoy no podría contribuir a una recuperación de los distintos sectores productivos en Venezuela, los cuales indudablemente dependerán para su desarrollo en un futuro de financiamiento externo por parte de organismos multilaterales a través de un plan de emergencia financiera internacional.

La víctima: las tarjetas de créditos
Las cifras señalan que la cartera de créditos de la banca cerró el primer semestre de este año en 32,5 billones de bolívares, lo que representa en términos nominales un aumento de 220% durante el período y de 1.163% entre junio de 2019 y junio de 2020. Sin embargo, en términos reales (descontando la inflación) los préstamos reflejan una caída de 96% en el último año.

El menor tamaño del sector bancario venezolano también se refleja en la cartera de créditos medida en divisas. Para este mes de junio, los préstamos cerraron en 159 millones de dólares.

Según los datos de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), que llegan a diciembre de 2019, en Bolivia la cartera ascendió a $24.249 millones; en Chile a $261.744 millones; en Colombia a $146.074 millones; en Costa Rica a $30.518 millones; en El Salvador a $13.162 millones; en Perú a $86.326 millones; en Nicaragua a $3.822 millones; e incluso en Honduras que muestra la cartera más pequeña en el registro de la organización, alcanzó a $567 millones de dólares, es decir, más de cinco veces que la venezolana.

Los datos de la Sudeban revelan además que la participación de todos los grupos en el total de los créditos bajaron de manera significativa entre junio de 2019 y junio de 2020, especialmente los préstamos al consumo cuya cuota pasó de 11,12% en junio de 2019 a 6,11% en junio de 2020. La poca aprobación por parte de los bancos de mayores montos en las tarjetas de créditos a sus clientes, es consecuencia de la medida de encaje legal del BCV, que restringió el uso de los bolívares depositados en el sistema para la intermediación financiera.

El economista y decano de la Facultad de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello, Ronald Balza, señaló que no hay suficientes bolívares disponibles por crédito bancario, porque al encogimiento patrimonial del sistema financiero se añadió un nuevo aumento del encaje legal ordinario (de 31% a 57%) y del encaje marginal (de 60% a 100%) a partir del 11 de febrero de 2019.

«Los efectos de la medida sobre los costos de intermediación se reflejaron de inmediato en el alza de la tasa interbancaria y en la caída brusca de la liquidez monetaria», explicó.

Más divisas
Según la data oficial, desde que se autorizó la venta al menudeo y las mesas de dinero, el monto de las divisas que se manejan en el sistema financiero nacional sigue creciendo, al punto que supera al de la cartera de créditos medido en dólares.

En los bancos existen unos $698 millones en depósitos en divisas a través de diferentes cuentas. De ese monto, $107 millones son cuentas a la vista (cuentas corrientes, cuentas custodias) que son alimentadas por las divisas que circulan actualmente en el país; el resto se encuentra en fideicomisos que no se pueden movilizar ya que forman parte de las cuentas relacionadas al Convenio Cambiario Número 20 (y las cuales están bajo un control mas directo del BCV), esto significa que no se pueden retirar los recursos y requieren de bancos corresponsales para movilizarlas o transferirlas.

El economista Luis Arturo Bárcenas, integrante de la consultora Ecoanalítica, explica que la gran diferencia entre el monto de la cartera de créditos y de las divisas que se observa actualmente, obedece a las restricciones que tiene la banca de aumentar sus disponibilidades para entregar más préstamos (debido al encaje legal). Pero también por la imposibilidad de los bancos de poder otorgar créditos en base a los depósitos en divisas, ya que no está autorizado por el BCV.

«Los bancos tienen que guardar en las cuentas del Banco Central al menos 93% de sus depósitos, esto quiere decir que por cada bolívar solo puede prestar menos del 10%. Es por ello que se observan las diferencias entre la cartera de créditos medido en dólares y los depósitos en divisas. Ese nivel de créditos es consistente con la política de encaje», dijo.

Bárcenas recuerda además que los depósitos en divisas tampoco pueden ser utilizados por la banca para entregar créditos, y solo pueden negociarse a través de las mesas de dinero o para la venta de dólares en efectivo. «Ninguno de los 107 millones de dólares se están destinando para dar préstamos y mucho menos los 591 millones restantes que son del Convenio Cambiario 20. Entonces se tiene una gran base de depósitos que no se puede prestar, y por eso se observa un monto tan pequeño en créditos».

¡TOCANDO FONDO! Caos en todo el territorio nacional por falta de gasolina

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La mañana de este viernes 4 de septiembre, gran cantidad de usuarios reportaron colas «kilométricas» a lo largo de todo el territorio nacional en diferentes estaciones de servicio, para abastecer sus vehículos con gasolina.

Noticias24

Caracas

La red social Twitter es la primera ventana donde los habitantes manifiestan su descontento tras las inmensas aglomeraciones de automóviles para surtir el carburante, situación que se lleva agravando desde hace varios días.

Michael Penfold: "Capriles no rompe la inercia, pero mueve el tablero y presiona a Guaidó"

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Michael Penfold es un imprescindible al momento de buscar una evaluación certera del ahora más complicado escenario político venezolano donde finalmente la oposición se ha bifurcado con el renacimiento de un agresivo Henrique Capriles enfrentado a Juan Guaidó. Profesor de Ciencias Políticas en Universidades de Colombia, París y Estados Unidos, asesor económico de organismos multilaterales y de oenegés, Penfold examina aquí los más recientes titulares y regala algunas sugerencias a los involucrados.

PorElizabeth Fuentes / El Cooperante

-¿La reciente postura de Henrique Capriles rompe el escenario de eso que usted ha llamado «la inercia en la oposición»?

La inercia política en Venezuela ya tiene un tiempo considerable. Es decir, hay un estancamiento en la capacidad de producir un cambio político e iniciar una transición democrática. En muchos sentidos, hoy pareciera que estamos más lejos de esa transición de lo que estábamos 18 meses atrás. Y esa inercia tiene varias características. No quiere decir que no estén ocurriendo cosas: hay un escenario actual donde se han venido incrementando las sanciones, en especial las sanciones secundarias, pero también ha habido un proceso en el plano interno de resistencia y de cohesión en la élite oficialista para poder resistir a la presión internacional. Y ese escenario hasta ahora también ha estado caracterizado, particularmente en el contexto de la pandemia, por una creciente desmovilización social a pesar de un contexto económico tremendamente adverso.

Pero además de eso, las condiciones de hoy- comparadas con las que tenías 18 meses atrás- son muy diferentes. No creo que la discusión actual hoy es sobre si «el mantra» aplica o no aplica. Yo creo que la discusión es qué tipo de estrategia funciona dadas las nuevas condiciones que está enfrentando la oposición en Venezuela. Y esas condiciones están marcadas, a mi juicio, por cuatro elementos que son relativamente diferentes a los que hubo 18 meses atrás: la primera es que ya no hay el mismo nivel de alineación internacional. Más bien uno empieza a observar posiciones relativamente distintas entre Estados Unidos y Europa, por ejemplo. Luego, en el caso de América Latina hay una menor atención a la crisis venezolana como producto de la pandemia y de la profunda crisis económica que está viviendo la región.

También hay un contexto de indictments que no tenías antes y eso cambia totalmente el juego, porque genera muchísima incertidumbre para actores claves que podrían determinar si ese proceso de cambio político se da o no, en particular el sector militar y sectores importantes dentro del chavismo. Y finalmente, aparecen fricciones internas en la oposición que no tenías 18 meses atrás y que están centradas en disputar el liderazgo de Guaidó y que evidentemente no provienen solamente Henrique Capriles sino también de María Corina Machado.

Entonces por un lado tenemos un escenario de inercia (no es que no esté pasando nada pero no se logra materializar el cambio), y por el otro, condiciones muy diferentes.

-¿ Y Capriles no puede romper esa inercia?

Pues no. No la rompe en el cortísimo plazo pero sí creo que mueve el tablero. Y mueve el tablero de una forma que tiene un riesgo, es una jugada de un altísimo riesgo, porque para que logre triunfar, va a tener que hacer tres cosas: mostrar no solamente que es capaz de liberar prisioneros y obtener concesiones en cuanto a la liberación de los presos políticos – que fue un hecho importante, liberar que estaba injustamente presa-, sino que además necesita mostrar que tiene cierta capacidad de coordinación incluso dentro de la oposición. Es decir, que tiene capacidad de arrastrar a otros factores del marco opositor y además es capaz de movilizar y convencer a los votantes de salir de la estrategia que está proponiendo Guaidó, mucho más centrada en la abstención.

Capriles no rompe la inercia pero además de mover el tablero, pone muchísima presión sobre el liderazgo de Guaidó, una presión que no solo viene del lado de Capriles sino de un ala que propone una salida diferente en términos del papel de la comunidad internacional, que es lo que ha venido proponiendo María Corina. Guaidó tiene esta disyuntiva y es una disyuntiva que no es menor.

¿Qué opina de su intervención? ¿No cargó excesivamente Capriles en contra de Juan Guaidó y eso hizo lucir su propuesta más como un asunto personal que político?

Más allá de la locución de Capriles, yo si creo que es clave entender que esto viene precedido por una serie de posiciones públicas, como el Comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana, en particular, así como pronunciamientos que se han hecho también desde el sector empresarial y de algunos liderazgos sindicales, etc. y esto es una manifestación política que plantea una disyuntiva. Creo que todas esas posiciones, desde el ámbito de la iglesia y en esta caso de una personalidad política, están diciendo básicamente lo mismo.

Están diciendo que las condiciones cambiaron y que es importantísimo establecer la conexión social con los problemas de los venezolanos. La atención humanitaria es vital y no podemos resguardar el esfuerzo de promover un proceso de cambio político simplemente por el apoyo que pueda dar la comunidad internacional y muy especialmente Estados Unidos. Creo que esa necesidad de rebalancear lo interno con lo externo es fundamental. En ese sentido, el discurso de Capriles apunta a algo que ya estaba en el ambiente.

Sí creo que en el fondo hay que definir muy bien el tema de las condiciones electorales y eso no es un tema menor, es un tema importante, pero tampoco creo que uno puede dejar de escuchar lo que está en el ambiente y no tratar de recomponer la unidad a partir de eso que se está diciendo ya públicamente en distintos corrillos. Y eso plantea una disyuntiva de seguir apoyándose cada vez más en lo que es el apoyo internacional o asumir un poco más de riesgo y empezar a explorar cosas que hasta ahora se han mantenido completamente fuera de las condiciones estratégicas.

Y eso es lo que más rescato de la intervención de Henrique. Al final no veo que haya una ruptura en cuanto al objetivo que todos están persiguiendo, pero sí creo que hay un tema central en reconocer primero, que las cosas como están no van bien, y segundo, que hay que arriesgar en explorar otras posibilidades, sobre todo en el plano interno porque ese apoyo internacional, por sí solo, difícilmente va a lograr el proceso de cambio político en el país.

Juan Guaidó ha sostenido que entre el gobierno de Maduro y el suyo, hay un «empate catastrófico», donde ninguno avanza ni retrocede. ¿Está de acuerdo? ¿Como salir de esa parálisis donde hasta ahora nadie ha ganado nada?

Yo creo que esa idea del empate catastrófico ya no aplica. Eso fue una realidad que se materializó entre enero de 2019 con el ascenso de Guaidó a la Asamblea Nacional y el inicio de la Presidencia interina. Y creo que se mantuvo a lo largo de los primeros ocho meses de ese proceso de presión desde la Asamblea Nacional para intentar producir una transición democrática en Venezuela. Pero ese empate empezó a deteriorarse a partir del 30 de Abril, que marcó un momento de gran debilidad para la coalición democrática y en particular para el liderazgo de Guaidó, sobre todo a partir del colapso del proceso de negociación en Oslo, en agosto.

Y partir de septiembre u octubre, justo después del cierre del capítulo de Oslo y los eventos de «La Mesa de Noche», cuando el gobierno forzó al exilio o apresara a algunos diputados de la AN, más el posterior esfuerzo de Maduro de no permitir la juramentación formal de la AN en enero de este año, todo eso fue minando un poco la capacidad de respuesta de la oposición. Hubo un momento de repunte, donde se volvió a plantear el empate catastrófico, que fue durante la gira internacional de Guaidó, pero luego, con la Operación Gedeón, se volvió a ceder un espacio y a partir de allí, solo ha habido esta inercia que acabo de describir.

Entonces en este momento no diría que hay ese empate catastrófico y en ese sentido, Maduro hoy se siente mucho más cómodo de lo que probablemente estaba 18 meses atrás. Hoy la transición está más lejos, pero eso no quiere decir que no pueda haber un cambio porque la política es dinámica. Pero en este momento hablar de empate catastrófico es equivocado. En este momento no hay exactamente un empate sino una gran tragedia que está reflejada en la situación humanitaria, económica y social de Venezuela.

Usted ha dicho que a la oposición se le olvidó que estaba liderando una rebelión social y democrática ¿ Por qué estrategia la sustituyó? Es decir, ¿Qué es lo que lidera ahora?

Es evidentemente que en algún momento Guaidó logró conectar con el sentimiento de cambio de la gente. No es casual que haya llegado a tener más de 56 % de niveles de aceptación entre enero y abril de 2019. Pero el momento de cambio, cuando se empezó a debilitar esa conexión, tiene que ver con dos problemas básicos. El primero es que él empezó a construir su propia identidad y entonces más que como un líder que estaba rebelándose ante el poder establecido, optó más bien por construir una presidencia interina y un gobierno que en la práctica es poco relevante porque no tiene ningún control sobre el territorio, más allá de los activos que pueda controlar en el extranjero.

Y en segundo lugar, en la medida en que ese esfuerzo por construir esa idea sobre esa identidad, de que soy gobierno más que oposición, terminó básicamente privilegiando unos temas que no necesariamente eran los temas que la gente estaba demandando, que era satisfacer sus expectativas de cambio. Entonces , a partir de ese momento, la gente empezó a sentirse frustrada porque tenía una gran expectativa de cambio pero no veían que ese proceso, en la práctica, estuviese avanzando, así como tampoco sentían que esa coalición política se estuviese amplificando socialmente a lo largo y ancho de todo el territorio. Esa dinámica de sentirse gobierno interino, le restó mucha fuerza y capacidad de conexión con los problemas sociales que vive Venezuela.

¿No sería más práctico que toda la oposición exigiera la suspensión de las parlamentarias? Porque no cumplen las condiciones mínimas que garanticen unas verdaderas elecciones libres y democráticas. ¿Esa no sería una bandera fácil de levantar?

Yo creo que evidentemente el objetivo de la oposición tiene que ser suspender ese proceso electoral de las legislativas y exigir mejoras en las condiciones electorales. Lo que no puedes hacer es decir, «Yo no voy a participar pero tampoco voy a luchar por mejorar esas condiciones» y sencillamente mantenerse en la posición de ser Presidente interino y proponer la continuidad administrativa y postergar algo que pareciera evidente, que efectivamente hay un final del periodo constitucional de la AN y que el piso jurídico sobre el cual se plantea la idea de la continuidad administrativa, es una idea bastante débil constitucionalmente.

Lo que no quiere decir que eso haga constitucional el mandato de Maduro. Venezuela, a partir de enero del 2021, entra en un proceso de mayor profundización de su crisis actual porque en el fondo no vas a tener ningún poder constituido democráticamente, al menos que tengas una validación internacional de algún tipo de las condiciones sobre las cuales se da ese proceso.

Claro que tiene mucho sentido proponer que las elecciones se suspendan y pospongan, pero eso se tiene que poder batallar porque, adicionalmente, no solo no existen las condiciones electorales idóneas, sino porque la situación de la pandemia limita mucho la movilidad y capacidad de los electores de informarse y atender al proceso. Y además limita mucho la capacidad de los partidos, que están en estos momentos sin sus símbolos, sin sus liderazgos naturales bajo control de esas organizaciones y sin capacidad de movilizarse a lo largo del territorio.

Entonces el COVID- 19 también es muy relevante. Y creo que eso es lo que está pidiendo Europa en este momento. Josep Borrell lo que está diciendo es «Esas elecciones tocan, hay un final del periodo constitucional de la Asamblea. Lo lógico es posponer esa elección en medio del Covid, atender la situación humanitaria y modificar las condiciones para que la UE, en coordinación con las Naciones Unidas, puedan realmente entrar a validar que esas condiciones realmente existen y después, monitorear todo lo que es el problema electoral como tal». Eso es lo que debería estar ocurriendo.

Hay distintas visiones sobre eso. No creo que la visión de Capriles sea desconocer esa realidad. Creo que él ha dicho que no hay las condiciones, eso no implica que no sea una oportunidad para movilizar y luchar por los derechos de los ciudadanos. Y creo que la posición de Guaidó en estos momentos es que no podemos participar en un proceso que no tiene esas características, no podemos validar esa nueva AN y por lo tanto se mantiene la actual la Presidencia Interina. Pero sin decir exactamente qué va a pasar de aquí al 6D, cómo exactamente vamos a mejorar esas condiciones electorales.

Y para mí eso pasa por un proceso de negociación que no puede ser a la sombra, al margen, sino un proceso de negociación formal que valide ese proceso electoral. Porque unas elecciones en Venezuela, sin un acuerdo previo claro y transparente, difícilmente va a resolver el asunto institucional del país.

Pero adicionalmente también creo que es inconveniente no aceptar que esas elecciones corresponden y que a partir de esas elecciones, también hay que repetir las elecciones presidenciales. Eso debe pasar por una negociación formal y para mí, en el fondo, pasa por retomar las negociaciones de Oslo exactamente donde las dejamos el año pasado.