jueves, mayo 15, 2025
Inicio Blog Página 3052

Aumentan a 119 los casos de coronavirus en el país tras confirmarse 6 nuevos

La vicepresidenta del Gobierno de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, informó este sábado de 6 nuevos casos de coronavirus en el país, lo que deja en 119 la cifra oficial de infectados. No anunció nuevas muertes por la enfermedad.

JESÚS HERRERA / El Universal

“El día de hoy, en las últimas 24 horas, se han detectado 6 nuevos casos. Es muy importante que tengamos consciencia de cómo se dieron los casos para que podamos tomar medidas al respecto, reservando la identidad de esos pacientes”, dijo desde Miraflores.

Y procedió a detallar los infectados.

El primer fue un venezolano de 33 años, residenciado en Miranda, que regresó de Panamá. La segunda, es una ciudadana de 70 años, vive en el Distrito Capital, el tercero, es un piloto de 33 años que también vive en Caracas y regresó de República Dominicana en un vuelo privado.

Por tal motivo, indicó Rodríguez que están contactando a los 8 pasajeros que volaron con el piloto infectado.

Dijo que el cuarto contagio es una ciudadana de 25 años, también residente del Distrito Capital, y que regresó de Dominicana en el vuelo del pasado 25 de marzo. “Ya el presidente Nicolás Maduro nos había instruido de hacerle el despistaje a esos pasajeros y se hizo la prueba a 109 pasajeros de ese vuelo. Estamos en el proceso de despistaje ampliado y personalizado, que es una fase de mayor masificación”, comentó.

“El quinto caso es un ciudadano venezolano de 37 años que llegó en el vuelo de Air Europa el 8 de marzo. De 188 pasajeros, ya tenemos 3 casos confirmados con este último, y el sexto, es una venezolana de 44 años, en Aragua, que es familiar del caso anterior, fue por contagio”, señaló Rodríguez.

“Es importante que la ciudadanía conozca los casos porque si tiene un conocido, permite que podamos tener menos contacto, más previsiones y que podamos avisar a las autoridades de la red de la organización popular y su articulación con la FANB y organismos de seguridad”, aseveró.

Carta de los senadores

En su alocución, aprovechó para agradecer a los 11 congresistas demócratas que pidieron a la Casa Blanca el levantamiento de las sanciones contra Venezuela e Irán, porque, dice, impiden que puedan adquirir insumos para afrontar el mortal virus.

“Quiero saludar la carta de 11 senadores que pidieron el levantamiento de las sanciones y dicen que es mentira que Irán, Venezuela y Cuba pueden acceder a la compra de medicamentos, equipamientos e insumos médicos, porque ningún proveedor se atreve ante el temor de que sean sancionados”, indicó la funcionaria chavista.

De igual forma, llamó a mantener la cuarentena porque afirma que Venezuela “sigue siendo un país aislado de la propagación del peligroso Covid-19”.

“Es importante que mantengamos a Venezuela protegida, con su curva aplanada, como está ocurriendo hasta ahora gracias al gigantesca consciencia de nuestro pueblo, de todos los sectores nacionales, de todas las tendencias religiosas que han expresado una profunda consciencia y demuestran una profunda disciplina”, precisó.

“CORONACRASH” Aerolíneas, hoteles y restaurantes son las tres industrias más duramente golpeadas

Una nota de la revista Forbes expone en cifras la pavorosa crisis que atraviesan los tres sectores. Los restaurantes ya despidieron 3 millones de empleados, sólo en EEUU. Pero la crisis es también muy fuerte en Europa.

Infobae

Aerolíneas, hoteles y restaurantes son las tres industrias más duramente golpeadas por las medidas tomadas por los países centrales para combatir la pandemia de coronavirus, precisa un artículo de la revista Forbes, en base a información sobre esos sectores en Estados Unidos, pero también en algunos países europeos.

Las tres sectores han registrado dramáticas caídas en sus ingresos y no tienen reservas financieras suficientes para protegerse, dice la prestigiosa publicación de negocios, lo que llevará a una enorme cantidad de despidos. E incluso cuando termine la pandemia, a esos sectores les llevará hasta un par de años volver a la situación previa.

En el caso de las aerolíneas, la nota cita una encuesta de la firma Harris, según la cual apenas uno de cada seis norteamericanos (15%) piensan que volverán a volar a menos de un mes de que el gobierno informe que la temible enfermedad Covid-19 ha sido abatida. Otro 16% respondió que lo harán recién a los tres meses y 49% que esperará hasta seis meses para volver a volar.

De hecho, como ya publicó Infobae, apenas el coronavirus comenzó a esparcirse por los países europeos, la International Air Transport Association, la organización que agrupa a las grandes líneas internacionales y regionales, calculó que debido a la crisis las empresas perderían este año 113.000 millones de dólares.

Otra nota publicada en Infobae identificó además a las aerolíneas internacionales, las automotrices europeas y las petroleras norteamericanas del sector “no convencional” como las empresas más comprometidas con deudas bancarias que deben afrontar en los próximos meses.

Sobre las aerolíneas, el artículo de Forbes precisa que en 2019 Delta, American, United, Southwest, Alaska, JetBlue, Hawaiian, Spirit, and Allegiant tuvieron ingresos por USD 184.000 millones y ganancias por 20.000 millones. Pero los números para este año colapsaron. Según TSA, un sistema de monitoreo, el número de pasajeros es actualmente 90% menor al de hace un año.

Respecto del sector hotelero, la nota de Forbes cita también que la encuestadora Harris registró que solo 21% de los norteamericanos estaría dispuesto a alojarse en ellos dentro del primer mes una vez que la curva de contagio del virus se achate. Sumando los que esperarían hasta tres o seis meses para hacerlo, se llega a que recién a los seis meses un 60% de los norteamericanos estarían dispuestos a pasar al menos una noche en un hotel.

El colapso de las Aerolíneas tendrá a su vez un impacto directo sobre los operadores aeroportuarios, que para 2020 tenían planeado inversiones por USD 35.000 millones, cifra que les será imposible financiar: los ingresos de los aeropuertos dependen básicamente del número de pasajeros y de vuelos que pasen por ellos.

Otro dato en el mismo sentido: para el 30 de junio, estimó IATA, el número de pasajes aéreos cancelados será de 1.100 millones, lo que significará una pérdida de ingresos por ese concepto de 252.000 millones, un 44% a nivel global.

Para peor, las líneas aéreas tenían, antes del golpe del coronavirus, muy pocas reservas a disposición, suficiente para financiar, en promedio, apenas dos meses de operaciones. Por lo que se espera que será una de las primeras industrias en pedir ayuda estatal.

Otro efecto del colapso de los vuelos es la consiguiente caída en las órdenes de compra a la industria aeronáutica. Boeing, que ya había debido asimilar el impacto financiero por los dos accidentes de su modelo 737 MAX, que finalmente decidió discontinuar volverá a tener más cancelaciones que órdenes de compra y Airbus, el consorcio europeo, verá declinar el número de pedidos.

Los efectos de todo esto sobre el empleo son enormes. La industria hotelera emplea en EEUU dos millones y medio de personas en forma directa y 8,3 millones en total, que atienden y mantienen en servicio a 3,5 millones de habitaciones y contribuyen unos USD 650.000 millones al PBI anual, según la Asociación Americana de Hoteles y Alojamientos y la consultora Oxford Economics.

Para mensurar el impacto que podría tener allí el golpe de la pandemia y las medidas de prevención asociadas, la nota de Forbes recuerda que luego de los atentados terroristas de 2001 en EEUU y durante la “gran recesión” de 2008/2009, la tasa de ocupación en los hoteles bajó a 59 y 54% y que se perdieron 400.000 y 470.000 empleos, respectivamente.

El hecho es que la crisis actual es mucho mayor. Por ejemplo, la cadena Marriot anunció que la tasa de ocupación en sus establecimientos en China estaba aún debajo del 15% y por debajo del 25% en América del Norte y en Europa, contra 70% un año antes. Otros hoteles están viendo caídas peores.

En el caso de restaurantes, los efectos sobre el empleo han sido ya demoledores: ya despidieron a 3 millones de personas, en buena medida debido a disposiciones de 42 de los 50 estados norteamericanos que prohibieron los servicios in situ. Muchos intentan compensar con servicios de comida para llevar, pero esto compensa apenas una fracción de los ingresos perdidos.

Al respecto, la Asociación Nacional de Restaurantes de EEUU precisó que en promedio sus 4.000 asociados vieron caer 47% sus ingresos y que 70% ya habían despedido personal y reducido el número de horas de trabajo del personal retenido. Peor aún, la mitad dijo que seguirá con los despidos y reducciones horarias en abril. Los casos extremos tampoco son mínimos: 3% ya cerró sus operaciones y 11% dijo que lo hará dentro de los próximos 30 días. El balance de la Asociación, hasta ahora, es de una pérdida de USD 25.000 millones en ventas y 3 millones de empleos.

De hecho, recientemente Jeff Bezos, el fundador y principal accionista Amazon, ofreció tomar hasta 100.000 empleados despedidos de los bares y restaurantes norteamericanos, para poder cubrir la creciente demanda y envío de productos -especialmente aquellos vinculados a la salud- de ciudadanos y familias recluidos en sus hogares.

También los restaurantes en países europeos, como Alemania y el Reino Unido, vieron colapsar el número de comensales.

¡NI EN LOS HOSPITALES! Venezuela sin agua: presa fácil del coronavirus

El desabastecimiento del servicio impide cumplir con las recomendaciones de prevención de la Organización Mundial de la Salud para afrontar la amenaza del covid-19

Por El Nacional

El régimen de Nicolás Maduro incumple las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, OMS, y las Naciones Unidas, ONU, al no garantizar el suministro constante de agua en hospitales y en los hogares en Venezuela, principal recurso para la prevención y combate del covid-19.

La OMS recomienda lavarse las manos con frecuencia para prevenir el contagio del coronavirus. La mejor manera es aplicarse suficiente jabón, frotar las palmas de las manos, entrelazar los dedos, rodear los pulgares y enjuagar, proceso que debe durar por lo menos 40 segundos. Sin embargo, los venezolanos no tienen cómo acatar esas indicaciones porque en sus casas no hay suministro regular de agua.

El investigador Amenhotep Planas y el licenciado en Biología Alejandro Luy consideran que más de 80% de la población no recibe servicio el agua potable regularmente en las entidades federales; es decir, no obtienen el suministro una vez cada tres días o una vez cada cinco días.

Explican que el agua acumulada o reservada tiende a descomponerse. Por ello debe permanecer en fluido constante, pero por el suministro irregular los venezolanos deben almacenarla y hervirla para el consumo.

Esos datos fueron presentados en el 175 Período de Sesiones de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH, por el coordinador de investigación e incidencia de Aula Abierta, Ricardo Villalobos, quien hizo referencia al estudio del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, OVSP, el cual indica que el agua potable es el servicio peor evaluado por los venezolanos, con una valoración negativa de 65,9%.

El OVSP realizó una encuesta entre la ciudadanía sobre la prestación del servicio de agua en los últimos 6 meses de 2019, y encontró que solo 16,7% de los interrogados contaba con suministro continúo de agua en sus hogares; además, casi 40% señaló que recibía el recurso una a cuatro veces por semana.

En cuanto a la planificación estratégica para la distribución y abastecimiento, Amenhotep Planas afirma que los racionamientos del agua no obedecen a un plan organizado. El usuario no sabe cuándo tendrá el servicio ni cuánto tiempo le va a durar.

“Hay ciudades que pueden pasar 15, 30 o 40 días sin el servicio, y cuando se distribuye dura una o dos horas, máximo 4 horas”, denunció el investigador en una consulta de Aula Abierta.

Las zonas más afectadas por el desabastecimiento de agua son la Guajira venezolana, estado Zulia, y la península de Paraguaná, Falcón. Habitantes de esas zonas denunciaron ante Aula Abierta que pueden pasar 40 días seguidos sin recibir el servicio de agua potable.

Además, las veces que se distribuye el agua por tuberías llega con turbidez, con residuos fólicos, arena o sucios, mal olor y un extraño color amarillento o marrón, no apta para el consumo humano porque las condiciones de distribución y almacenamiento no son las adecuadas ni recomendadas por la OMS.

Hospitales sin agua potable
Aunque el régimen de Maduro aseguró que dispuso al menos 46 hospitales para la atención de casos de covid-19 y que se cumple con los suministros necesarios para el mantenimiento de las unidades de salud, el personal médico en Venezuela ha denunciado que carecen de un recurso esencial: el agua.

El informe publicado en junio de 2019 por la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, señala que el agua es de los factores subyacentes determinantes de la salud, el cual falta en los hospitales de Venezuela.

Bachelet ratificó en su último informe que se debe proteger al personal de salud.

«Es de especial importancia la protección de la salud de los propios trabajadores sanitarios, y las autoridades nunca deberían sancionar a los profesionales de la medicina porque estos señalen las deficiencias que adolece la respuesta a la crisis”, declaró.

El comisionado para la ONU, Miguel Pizarro, presentó el primer Boletín de la Verdad: Condiciones para atender covid-19 en Venezuela, que denuncia que 62% de los hospitales de Venezuela no tiene agua.

“Los hospitales no cuentan con agua o tienen agua intermitente una vez a la semana”, dice el documento.

También señaló que 60% de los hospitales no tiene jabón para lavarse las manos y 76% de esos centros de salud no cuenta con guantes ni mascarillas.

Eso podría incrementar la tasa de contagiados en Venezuela. Es necesario el abastecimiento de agua para mantener los espacios y superficies limpios en los hospitales.

Posición de la ONU
Diez expertos independientes nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas manifestaron que los gobiernos deben proporcionar acceso continuo a suficiente agua, tanto a las personas vulnerables como a los 2 200 millones de personas en todo el mundo.

“Las personas que viven en asentamientos informales, las personas sin hogar, las poblaciones rurales, las mujeres, los niños, las personas mayores, las personas con discapacidad, los migrantes, los refugiados y todos los demás grupos vulnerables a los efectos de la pandemia deben tener acceso continuo a agua suficiente y asequible», expresaron en un comunicado emitido el lunes.

“También es esencial que proporcionen agua sin costo durante la crisis a las personas en situación de pobreza y a las personas afectadas por las próximas dificultades económicas. Los proveedores de servicios públicos y privados deben ser obligados a cumplir con estas medidas fundamentales”, agregaron.

Los expertos destacaron que de esa manera se permitirá cumplir con las recomendaciones de las instituciones de salud para mantener estrictas medidas de higiene.

Añadieron que para las personas más privilegiadas lavarse las manos con jabón y agua limpia es un gesto sencillo, pero para algunos grupos es un lujo que no pueden permitirse.

Rosneft cesa operaciones en Venezuela y vende sus activos al Gobierno ruso

La petrolera rusa venderá lo activos y se quedarán con el 9.6% de sus propias acciones. Esta información se conoce después de que en febrero de este año dos filiales de la estatal fueran sancionadas por el gobierno de Estados Unidos

Por El Pitazo

La empresa petrolera rusa Rosneft anunció este sábado, 28 de marzo, que traspasará sus activos en Venezuela al Gobierno de Rusia, aclaró el embajador de Rusia en Venezuela Mélik-Bagdasárov a través de la cuenta en Twitter @EmbSergio.

La agencia Sputnik Mundo reseña en una publicación de este 28 de marzo en su portal web, que Rosneft llegó a un acuerdo con una compañía del Gobierno de Rusia este mismo sábado, para vender sus participaciones y culminar las operaciones y proyectos que tenía en Venezuela.

Mientras que la agencia internacional Reuters informó en la referida red social que todos lo activos y operaciones, incluso, aquellas relaciones que estén conectadas con Venezuela, serán terminadas y liquidadas y agregaron que la petrolera rusa recibirá 9.6% en la liquidación de los activos, esto de sus propias acciones.

Asimismo señalan que la venta de esos activos serán mantenidas por una subsidiaria al 100% de Rosneft y se contabilizarán como acciones propias.

El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (EE.UU), sancionó el pasado 12 de marzo a la empresa TNK Trading International S.A., una filial de la empresa rusa Rosneft, por los vínculos con el gobierno de Nicolás Maduro, a quien la casa blanca acusa de usurpar funciones y de violar derechos humanos. También había sancionado ya a la filial de la petrolera, Rosneft Tranding S.A.

En ese momento la Cancillería del gobierno ruso aseguró el 18 de febrero, que las sanciones de Estados Unidos no afectarían las relaciones entre ambas naciones y menos con el gobierno de Nicolás Maduro.

Nueva York afronta impacto "catastrófico" por la pandemia

Unas 800.000 personas trabajan en la Gran Manzana en los hoteles, restaurantes y comercios al por menor

Por EFE / El Nacional

Estados Unidos se ha convertido en el mayor foco del mundo en la expansión del covid-19 y Nueva York es su gran epicentro.

Allí no se recuerda una situación tan calamitosa desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, pues expertos prevén un impacto económico «catastrófico» de miles de millones de dólares.

Pese a protagonizar las restricciones más severas en todo Estados Unidos, en donde hay más de 100.000 contagios testados, solo el estado de Nueva York cuenta ya con casi la mitad de ellos (45.000).

En la Gran Manzana, con gran densidad de población, hay más de 25.500 positivos y 366 muertes, una cuarta parte de las del país (1.544).

«El impacto económico va a ser catastrófico. Después del 11-S, partes del bajo Manhattan fueron cerradas durante meses, pero eso fue solo una pequeña porción de la ciudad. El resto de la urbe continuó funcionando, a pesar de que, evidentemente, la gente estaba muy triste por los ataques», cuenta a Efe la economista Nicole Gelinas, del centro Manhattan Institute.

Las autoridades neoyorquinas se han mostrado contundentes con el cierre de todos los negocios y actividades no esenciales.

Eso ha reducido drásticamente la masiva presencia de personas que acostumbran a circular por las calles y transportes de la ciudad y de los suburbios del norte.

Tanto es así que la Autoridad Metropolitana del Transporte está en quiebra y ha pedido ayuda federal de 4.000 millones de dólares.

Nueva York y las consecuencias económicas
El director de los presupuestos estatales de Nueva York, Robert Mujica, ya anunció que la crisis del coronavirus supondrá al gobierno estatal una reducción de sus ingresos fiscales de 15.000 millones de dólares.

Eso afectará el monto total de los presupuestos que antes de la crisis se fijaron en 178.000 millones.

Pero para la economista Nicole Gelinas a eso hay que añadirle otras pérdidas que sufrirá la Gran Manzana, «cuya economía produce en torno a 1,5 billones de dólares en ingresos personales cada año, y si se va a perder en torno a 10% de esa cantidad, esto podría suponer 150.000 millones» de dólares más en pérdidas.

«Unas 800.000 personas trabajan (en Nueva York) en los hoteles, los restaurantes y los comercios al por menor. Por lo que, siendo conservadora, hemos podido haber perdido más de la mitad de esos trabajos, potencialmente se trata de medio millón de trabajos perdidos, lo que significa más del doble de los que se perdieron tras el 11-S», dice Gelinas.

Otra diferencia que Gelinas apunta, entre la actual crisis y la del 11-S, es que entonces «la gente quería salir a comer, a Broadway y a apoyar a la ciudad y un gran número de turistas de todos el país y del mundo entero vino a Nueva York para disfrutar de la ciudad; pero ahora, la gran mayoría de los sectores de la economía están simplemente cerrados».

Nueva York, gastos y deudas
Esas pérdidas se dan en un contexto en el que, según encuestas, en torno a 40% de la población asegura que no puede hacer frente a un gasto extraordinario de 400 dólares sin endeudarse.

«El seguro por desempleo en Nueva York es de 500 dólares a la semana, lo que significa que eso no sustituirá la mayoría de los ingresos de unos 25.000 dólares al año», agrega Gelinas, que considera que el cheque de 1.200 dólares que prometió el Gobierno federal para las personas con ingresos inferiores a 75.000 dólares anuales tampoco será suficiente.

Apunta que si bien grandes compañías como Walmart y Amazon contratan a más gente por el aumento de los pedidos a través de Internet como consecuencia del confinamiento, las pequeñas y medianas empresas de la ciudad son las que más sufrirán la crisis.

«Estas son las que realmente están atascadas luchando. Van a necesitar ayuda con el pago de sus alquileres porque muchas no poseen el lugar donde operan», agrega la analista. Insistió en que estas inyecciones tienen que hacerse o bien a través de condenación de impuestos o mediante «subsidios», porque «no van a ser capaces en ningún momento de devolver préstamos».

Volatilidad en Wall Street
Los mercados no han sido ajenos a la evolución de la pandemia e incluso el parqué de la Bolsa de Nueva York cerró el lunes, permitiendo solo las operaciones electrónicas, que habitualmente ya son mayoritarias.

Pero en esta semana sin brokers, Wall Street acabó anotando ganancias semanales tras las fuertes caídas de la semana anterior.

El Dow Jones sumó casi 13% semanal, el S&P 500 más de 10% y el Nasdaq 9%, pero los tres indicadores siguen en territorio bajista y han perdido más de 20% de su valor desde los últimos récords.

La volatilidad ha caracterizado así a los mercados desde el inicio de la crisis, sobre todo desde que el covid-19 ha convertido a Estados Unidos en epicentro de la pandemia en el mundo.

Los efectos económicos azotan al país, que la semana pasada registró un incremento histórico en las solicitudes de subsidio por desempleo, hasta 3,28 millones, reflejo de los despidos provocados por los cierres de centros comerciales, restaurantes, parques de ocio, teatros y una caída enorme de los viajes, especialmente en avión.

La FED y el mayor plan de estímulo
La Reserva Federal decidió a principios de semana adquirir un monto ilimitado de bonos del Tesoro y títulos respaldados por hipotecas, en una andanada de programas para sustentar los mercados financieros ante la crisis del covid-19.

El presidente Donald Trump dio luz verde el viernes al mayor paquete de estímulo económico de la historia del país, por más de 2 billones de dólares, con el objetivo de contener el impacto económico de la pandemia del coronavirus.

El plan de estímulo, que representa alrededor de 10% del producto interior bruto del país es el triple del puesto en práctica en 2009 tras el estallido de la crisis financiera, que ascendió a 700.000 millones de dólares.

Una partida de 250 millones de dólares
La legislación incluye una partida de cerca de 250 millones de dólares que se reservarán para efectuar pagos directos a individuos y familias de 1.200 dólares para quienes tengan renta de menos de 75.000 dólares al año, más 500 dólares por cada menor de 17 años.

Asimismo, se disponen 350 millones en préstamos para pequeñas empresas y otros 250.000 millones para ampliar los beneficios por seguro de desempleo.

También otorga 150.000 millones de dólares para el apoyo a las autoridades locales y estatales, y otros 130.000 millones para reforzar el sistema sanitario, que en algunos lugares, como el estado de Nueva York, comienza a estar saturado.

¡EMPIEZA EL JUEGO! Libertador y millonario: ¿Vivos o muertos?, por Gustavo Tovar-Arroyo

La esfera mágica de la información
Imagino que debes estar preguntándote si soy un mago o un adivino porque a través de mis escritos anticipo acontecimientos “imprevistos” que insospechadamente ocurren a los pocos días, pero no, no soy ni mago ni adivino, simplemente estoy informado (esa es mi esfera mágica) y tiendo a insinuar traviesamente algunas situaciones para observar las reacciones que suscitarán una vez que ocurran.
La semana pasada lo hice con mi artículo “El fin de Venezuela”, preví que anulando a 50 malandros chavistas 30 millones de venezolanos serían liberados. ¿Ahora entienden?
Inició la cacería.

La más cruel tiranía
No puedo garantizar que la estrategia para derrocar la más cruel tiranía que ha conocido Latinoamérica en su historia será exitosa, lo que sí puedo asegurar es que por primera vez hay una decisión firme por ejecutarla hasta sus últimas consecuencias. Esa decisión ha sido tomada por el gobierno legítimo del presidente Juan Guaidó y sus aliados mundiales, en especial los Estados Unidos, Colombia y Brasil.
Lo apuntamos en su momento, el joven presidente venezolano no salió del país a pedir más sanciones, no, salió a pedir otras cosas más definitivas.
La aceptación mundial es obvia.

El cartel de Maduro
El gobierno de Estados Unidos a través del fiscal general, William Bar, presentó una acusación penal contra Nicolás Maduro por el delito de tráfico de drogas. Junto a Maduro, su cartel de bandidos compuesto por Diosdado Cabello, Maikel Moreno, Tareck El Aissami, Vladimiro Padrino, Hugo Carvajal, entre otros, recibieron la misma acusación y se ofreció una alta recompensa por su captura.
Quince millones de dólares por Maduro y diez millones por Cabello, suman nada más y nada menos que veinticinco –muy atractivos– millones de dólares. ¿Y Tareck? Diez más.
A sacar cuentas.

Libertador y millonario
No sólo es el dinero lo atractivo en cuanto a capturar y entregar a Maduro y a Cabello a la justicia norteamericana, también lo es la idea bastante cierta de alcanzar el reconocimiento mundial, la admiración y agradecimiento del pueblo venezolano, todos los perdones, pero sobre todo la gloria y el enaltecimiento universal.
Quien los capture y entregue, además de manera legal y legítima, habría puesto fin a la más dañina peste de nuestro tiempo y será recordado y admirado por los siglos de los siglos.
Será libertador y millonario.

Juegos del hambre
Tarde o temprano caerán, no hay ninguna duda, ya la decisión está tomada, el chavismo decidió entablar una insensata guerra contra la región y el resultado es que ahora Maduro y su cartel de narcotraficantes son objetivos de guerra: serán capturados vivos o muertos. Son demasiados los chavistas que intentarán sobrevivir en este infernal juego del hambre que comienza. Nadie se sacrificará por los despreciables Maduro o Cabello. Nadie.
Ya son muchos los cazadores de recompensa, muchos, algunos de ellos pidieron que la oferta fuera pública y jurídicamente ejecutable. Bueno, ya lo es.
Ha empezado el juego…, al fin.

Reuters: Hugo Carvajal está en proceso de entregarse a las autoridades de Estados Unidos

El exgeneral venezolano y exjefe de inteligencia de Chávez, Hugo «El Pollo» Carvajal, en paradero desconocido en España desde noviembre de 2019 cuando la Audiencia Nacional aprobó su extradición a Estados Unidos, se entregará a las autoridades estadounidenses, según ha informado Reuters.

Carvajal fue solicitado por el Departamento de Justicia el pasado viernes por pertenecer a una red de narcotráfico, junto a Nicolás Maduro y otros cabecillas del régimen de Venezuela como Diosdado Cabello, Tareck El Aissami y Clíver Alcalá, quien se entregó voluntariamente esta mañana en Baranquilla, Colombia, a las autoridades estadounidenses para someterse a la justicia.

La periodista venezolana, Ibeyise Pacheco, ha informado desde su cuenta de Twitter que «el Pollo» Carvajal ha decidido entregarse a las autoridades de Estados Unidos. «La decisión la está procesando a través del Centro Nacional de Inteligencia» en España y sería efectiva en pocas horas. El Departamento de Justicia ofreció 10 millones de dólares por información de su paradero», dijo.

 

¡PARA BIEN O PARA MAL! El mundo después del coronavirus

Qué y cómo va a cambiar cuando se disipe la pandemia. ¿Continuará la globalización? ¿Será China el nuevo superpoder? ¿Se impondrá la vigilancia “bajo la piel”?

Por Gustavo Sierra / Infobae America

Vivimos en la Era de la Incertidumbre. Acechan cisnes negros que de un instante a otro pueden modificar todo. El coronavirus es uno de ellos, llegó para cambiarnos. Y no solo en la vida cotidiana en la que pasamos de un momento a otro a arresto domiciliario masivo, sino en las costumbres, la organización como sociedad, la economía, la cultura. Todo. No vamos a ser los mismos. El mundo no va a ser el mismo. Lo que nos está sucediendo va a modificar al ser humano y su entorno. Y nadie sabe si será para mejor o para peor.

Esta no es una crisis financiera como la del 2008/09. Acá no se trata de poner dinero en los bancos. Más bien es una guerra. Y como toda guerra, se sabe cómo comienza, pero nunca como termina. Como en cualquier conflicto armado, no es sólo la pérdida de empleo, la inseguridad, el hambre. Es una muy delgada línea entre la vida y la muerte. Y cuando el ser humano se encuentra andando por ese estrecho camino, su visión del mundo, sus principios y su moral pueden cambiar radicalmente. Las prioridades que tenía hasta ese momento, ya no existen. Aparece un mundo amplio y novedoso en el que nos vamos a mover a partir de ese momento. Lo vivido quedará en la memoria, en el inconsciente colectivo. La experiencia se pasará por generaciones. Y el grado de estos cambios dependerán, sobre todo, del tiempo en que se tarde en controlar la pandemia y encontrar una vacuna. Cuanto más tiempo pase, más cambios se van a producir.

La pandemia afectará desde la forma en que trabajamos y ganamos dinero hasta el funcionamiento de industrias y comercios; desde el significado del tiempo libre hasta el tipo de vivienda que vamos a preferir; desde la discusión de un salario universal hasta el tipo de organización gubernamental. Se va a acelerar la revolución científica y tecnológica que estamos atravesando. Habrá que repensar las ideologías y las organizaciones de gobierno. Habrá que determinar si vamos a un tipo de sociedad más participativa o una más autoritaria. Y si este cambio puede hacer frente con éxito a la más grave consecuencia de la globalización: la acumulación extraordinaria de riqueza en unas muy pocas manos.

El historiador Yuval Noah Harari, autor de una serie de best sellers sobre los cambios científicos, cree que las alternativas de salida de la crisis son extremadamente contrapuestas. “O vamos hacia una sociedad de vigilancia totalitaria masiva o de empoderamiento de los ciudadanos; de aislamiento nacionalista o solidaridad global”, dice. Harari cree que vamos hacia mayores pérdidas de las libertades individuales después de las que se impusieron tras los ataques del 11/S en 2001. “Habrá una vigilancia masiva. Se requerirán certificados de salud para poder viajar. Y si hasta ahora teníamos vigilancia `sobre la piel´ cada vez que entramos en un sitio de Internet, hacemos un click o enviamos mensajes; vamos a tener vigilancia `bajo la piel´ midiéndonos la fiebre o la presión hasta nuestros sentimientos. Y pone como ejemplo, los detectores masivos de temperatura que se colocaron en aeropuertos, estaciones de trenes y otros lugares de concurrencia masiva. “Estos medidores tienen varias capacidades. Con un relativamente simple cambio de software podría detectar otros sentimientos más allá de la fiebre o la presión sanguínea. Por ejemplo, alegría o enojo. ¿Se pueden imaginar este instrumento en manos del dictador de Corea del Norte pudiendo detectar quién está feliz y quien puede ser un potencial disidente?”.

En cuanto a las ideas y las transformaciones económicas, el sociólogo William Davies escribió en The Guardian que lo más parecido a esta crisis del coronavirus es lo ocurrido en los años setenta con el aumento de los precios del petróleo y la inflación. Esa crisis ejemplificó la forma en que una ruptura histórica puede colocar a una economía y una sociedad en un nuevo camino. “Este período marcó el colapso del sistema de posguerra de los tipos de cambio fijos, los controles de capital y las políticas salariales, que se manifestaban con una inflación incontrolable”, explica Davies. “También creó las condiciones por las que surgieron líderes como Margaret Thatcher y Ronald Reagan con sus teorías del libre mercado. Trajeron una nueva y amarga medicina de recortes de impuestos, aumentos de tasas de interés y destrucción de las organizaciones de trabajadores. Se impuso un modelo de producción que persiste hasta hoy”.

Davies recuerda que en ese momento hubo un movimiento de capitales que se mantienen casi intactos hasta hoy. “El dinero abandonó sus icónicas fortalezas industriales en el norte de Inglaterra y el medio oeste de los Estados Unidos, y con la ayuda del Estado se dirigió hacia los distritos financieros y de negocios de las elegantes ciudades globales, como Londres y Nueva York”, comenta. Y 40 años después, ese thatcherismo sigue tiñendo la política económica global. La crisis financiera mundial de 2008 no provocó un cambio fundamental en la ortodoxia política. Después del estallido inicial del gasto público que rescató a los bancos, la cosmovisión de libre mercado se hizo aún más dominante en Estados Unidos, Asia y Europa. La crisis que comenzó en diciembre de 2019 en Wuhan parecería tener la fuerza suficiente como para flexibilizar esa ortodoxia económica y llevarnos a otras formas más humanistas o más salvajes del capitalismo.

Esta crisis del coronavirus se siente más cercana a una guerra que a una recesión. Al final, los encargados de formular políticas gubernamentales serán juzgados en términos de cuántos miles de personas mueran. Los asuntos de vida y muerte ocasionan cambios de política más drásticos que los indicadores económicos. “En lugar de ver esto como una crisis del capitalismo, podría entenderse mejor como el tipo de evento mundial que permite nuevos comienzos económicos e intelectuales”, asegura el sociólogo Davies.

Esta pandemia va a acelerar también el enfrentamiento comercial por el liderazgo de la revolución científico-tecnológica entre Estados Unidos y China. Quien salga mejor parado va a ser la potencia dominante en las próximas décadas. Se va a medir si en el combate del virus fue más efectivo el autoritarismo chino o la democracia occidental (no tan clara en esta época de la Administración Trump). El líder chino Xi Jinping ya está aprovechando la “ventaja” que le dio el haber comenzado antes con la pandemia y las muertes para sacarse de encima la “culpabilidad” de la tragedia. Los medios estatales chinos están “limpiando la cara” al hecho (aún no probado científicamente, pero del que hay suficientes evidencias) de que la pandemia se desató después de que alguna persona de la ciudad de Wuhan consumió la carne de un animal salvaje. Y revierten el espejo. Hablan de “la irresponsabilidad e incompetencia” de la elite política de Washington frente a “la firme resolución” para resolver el problema por parte del gobierno chino. Y como una acción más efectiva de propaganda está enviando respiradores y otros equipos, así como médicos que ya adquirieron una gran experiencia en la pandemia, a Irán, Italia y varios países africanos. Paradójicamente, si esta campaña de propaganda es efectiva, China puede salir fortalecida de una crisis iniciada dentro de su territorio y sistema.

En China, también se produce la mayoría de los elementos imprescindibles para combatir la pandemia. Allí están las fábricas de respiradores más grandes del mundo. También se confecciona la mitad de la producción global de máscaras N95 (barbijos) así como buena parte de los trajes protectores para el personal de la salud y seguridad. Y la mayoría de los activos para elaborar los antibióticos con los que se combaten los efectos secundarios del Covid19. También, sus científicos estarían llevando una ventaja en la creación de una vacuna (si esto no es otro relato de propaganda del Partido Comunista Chino). Si Beijing logra desarrollar un método para quitar el poder letal al coronavirus, ocupará el vacío que deja en ese terreno Estados Unidos. Si las dos potencias trabajan en paralelo y obtienen el éxito al mismo tiempo, la guerra entre ellas será sin cuartel.

De todos modos, la globalización ya recibió un duro golpe por otros costados. Con el cierre de las fronteras, las restricciones del tránsito de personas y la cancelación de los vuelos, se retorna naturalmente a la autosuficiencia económica. Si la crisis continúa, como se prevé, durante buena parte de este 2020, muchos países tendrán que comenzar a fabricar productos esenciales para su funcionamiento que hasta ahora importaban de los mercados asiáticos. También habrá desabastecimiento de materias primas imprescindibles para el funcionamiento de muchas industrias. La post-globalización que ya se venía insinuando, ahora va a tomar forma.

La otra obviedad, que nadie se atreve a mencionar en este momento de tanta angustia, es la ruptura de la cohesión social. Si no se atienden las necesidades de los desplazados, refugiados y hambrientos de todo el mundo, se pueden producir levantamientos de consecuencias imprevisibles. El miedo lleva a la desesperación y ésta a la violencia. Sólo hay que recordar los saqueos del 2001 en Argentina o los que se produjeron en New Orleans tras la devastación del huracán Katrina en 2005. De todos modos, este escenario aparece todavía lejano. Las crisis humanitarias también generan actitudes solidarias en los pueblos que no se ven en otros momentos. Esto se extiende también entre países. Los mejor posicionados envían ayuda a los más necesitados.

Por debajo, habrá cambios fundamentales en las formas de organización laboral. Todos los que se acostumbren a trabajar en forma remota y su labor siga siendo una solución eficiente para las empresas y organizaciones, no querrán hacer largos viajes cada mañana y cada noche para cumplir con un trabajo que pueden hacer en sus casas. Y ningún empresario que descubra que de esa manera se puede ahorrar mucho dinero –alquiler de oficinas, licencias, gastos de electricidad, etc.- va a estar dispuesto a gastarlo. El teletrabajo se impondrá en casi todas las industrias y servicios. Y con esto habrá una evolución tecnológica más rápida. El sistema G5 de transmisión de datos se impondrá en mucho menos tiempo de lo que se esperaba.

También se consolidarán ciertas industrias y desaparecerán otras. Es probable que estemos más cerca de la extinción definitiva de los medios de comunicación impresos y toda su cadena de distribución. Los cines, también pueden perder adeptos. El transporte público deberá adaptarse. Después de meses de viajar más holgados, ¿quien va a querer regresar al tratamiento de ganado? Todo lo digital se va a consolidar. De lo analógico no va a quedar rastro. Es probable que regresemos a reparar más cosas y consumir menos productos superfluos. En estos días es mejor poner manos a la obra que dejar entrar un plomero o un gasista que puede traer el virus en su caja de herramientas. Se va a revalorizar la vida al aire libre y evitar cualquier gran aglomeración. Es probable que dejen de ser tan populares las concentraciones masivas.

La palabra “pandemia” significa “todo el pueblo”. El virus no entiende de fronteras físicas ni sociales ni generacionales. Y, en este caso, “el pueblo” es la humanidad. El nacionalismo aquí no cuenta. Se trata de un virus que desató una crisis global y que, por lo tanto, requiere de una solución global. “Ante el virus todos somos, efectivamente, iguales; ante el virus los seres humanos no somos más que eso, seres humanos, es decir, animales de una determinada especie que ofrece un huésped a una reproducción mortal para muchos”, escribió el filósofo alemán Markus Gabriel. Y para reparar esta situación y salir fortalecidos, Markus Gabriel dice que “cuando pase la pandemia viral necesitaremos una pandemia metafísica, una unión de todos los pueblos bajo el techo común del cielo del que nunca podremos evadirnos. Vivimos y seguiremos viviendo en la tierra; somos y seguiremos siento mortales y frágiles. Convirtámonos, por tanto, en ciudadanos del mundo, en cosmopolitas de una pandemia metafísica. Cualquier otra actitud nos exterminará y ningún virólogo nos podrá salvar”.

Es posible que salgamos de esta situación fortalecidos y mejores. Tal vez, más conscientes de que tenemos que encontrar también “una vacuna” contra el calentamiento global, la concentración de la riqueza, el hambre y analfabetismo digital. Una vacuna para la incertidumbre.

10 claves para mantener la salud mental en cuarentena

«La salud mental es importante. Es necesario mantener hábitos saludables y cuidar de nuestra mente», indicó Zena Sleiman, psicólogo clínico y profesora de la Universidad Católica Andrés Bello

Por El Nacional

«La salud mental es importante. Sabemos que debemos mantener la higiene física y el distanciamiento social para evitar el contagio y propagación del covid-19, pero también es necesario mantener hábitos saludables y cuidar de nuestra mente», indicó Zena Sleiman, psicólogo clínico y profesora de la Universidad Católica Andrés Bello.

Señaló que el estrés que se pueda sentir, aumenta el cortisol y por lo tanto afecta el sistema inmunológico: «Así que regular nuestras emociones es parte de mantenernos sanos y fuertes».

Sleiman da 10 recomendaciones para sobrellevar con éxito la cuarentena y proteger la salud mental.

1. Comprende que es una situación temporal
Aunque no sabemos cuando termine, es momento de vivir un día a la vez. Reconoce qué situaciones están dentro de tu control y trabaja con ellas hoy.

2. Reconoce tus emociones
Es normal sentir tristeza, ansiedad, incertidumbre, rabia, confusión. Toma tiempo para escucharlas, darles espacio y meditar.

3. Crea una rutina
Mantén tus hábitos en un horario estable de trabajo, alimentación y sueño. ¡Incluye recreación y descanso! Es importante tener momentos para ver series, leer o no hacer nada.

4. Organiza tu espacio
Aprovecha de hacer de tu casa un lugar en el que disfrutes estar. Recuerda que el orden físico produce orden mental.

5. Mantén el contacto
Usa la tecnología para acercarte a quienes quieres y tienes lejos.

6. Dosifica la información
Revisa y difunde solo fuentes oficiales, no te dejes llevar por rumores o cadenas de WhatsApp. No es necesario leer noticias todo el día.

7. Haz ejercicio
Mantente activo, muévete y libera endorfinas. Te ayudará a mantener la rutina y a descansar mejor.

8. Mantén la productividad
Es el momento del Home Office o de aprovechar el tiempo para pensar en nuevas formas de explotar tu trabajo, profesión o emprendimiento.

9. Desarrolla la creatividad
Cocina, dibuja, haz manualidades, escribe, aprende un idioma. Descubre nuevas habilidades, haz actividades que te hagan sentir feliz y productivo.

10. Busca apoyo
Habla con las personas que tienes alrededor sobre cómo te sientes, intercambia formas de afrontamiento. Si la situación te sobrepasa, no dudes en buscar apoyo profesional.

«Reconoce además los aspectos positivos de la crisis», detalló.

«En una vida en que nos quejamos de no tener tiempo, el mundo nos obliga a detenernos y a autoconocernos», manifestó.

«Que esta sea una oportunidad para aprender a vivir con nosotros mismos y a relacionarnos con los demás de una forma más amable y humana», concluyó.

Dip. Maroun, a Maduro: ¿Cómo hace un venezolano para ir a un hospital si no hay gasolina?

El diputado Piero Maroun aseguró este viernes que la falta de gasolina no se debe a la cuarentena por coronavirus sino porque las refinerías no están produciendo nada con respecto a otros años.

Jhoan Meléndez./ ND

“Le quieren hacer creer a la gente que no hay gasolina porque tienen que quedarse en su casa en cuarentena. No, no hay gasolina porque nuestras refinerías no están produciendo nada. En años anteriores, nuestras refinerías producían para nuestro consumo interno y vendíamos lo que sobraba a otros países”, denunció el parlamentario.

Dijo que a los ciudadanos se les dificulta aún más hacerle frente a la pandemia si no cuentan con combustible sus vehículos. “Maduro, ¿cómo van a hacer los venezolanos que se les presente una emergencia y tengan que salir a un dispensario de salud. La mujer embarazada que de noche tenga que ir a dar a luz?”, apuntó.

“¿Cómo va a hacer el que le de un infarto, un ACV o el niño que se cae y necesita un traumatólogo. Cómo va a hacer el transportista para movilizar los alimentos a los mercados o el productor agropecuario para sacar lo que se produzca en las fincas. Cómo va a hacer el enfermero, médico, el que trabaja en un abasto o farmacia si no hay gasolina?”, se preguntó el diputado.

Maroun recordó que Pdvsa producía al menos tres millones de barriles de petróleo diarios y que ahora solo produce 700.000, razón por la que la gasolina “actualmente debe ser importada”. En ese sentido, enfatizó que el coranavirus “no representa la única emergencia del venezolano”.

El legislador aclaró que en los países donde también están en cuarentena por el Covid-19, “hay gasolina en las estaciones de servicio. Los usurpadores quieren utilizar el coronavirus para tapar la escasez de combustible”.

“No hay gasolina porque ustedes (el régimen) acabaron con el país. La solución de esto es que los diputados sigamos denunciando ante el mundo lo que sucede para que pronto los usurpadores puedan salir de los cargos en los que están”, expresó Maroun, según reseñó el Centro de Comunicación Nacional.

Por último afirmó a los venezolanos que “estamos en pie firme de lucha, las soluciones están a través del Plan País. Los que llevaron a Venezuela a la ruina deben salir del poder”.