Cinco años después, el «mega apagón» continúa en Venezuela

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Un permanente corte eléctrico azota a Venezuela desde hace varios años, como resultado de las continuas fallas del servicio, un racionamiento impuesto por el Gobierno que no respeta horarios y las averías de cientos de transformadores en todo el país. El país ha estado enfrentando esta crisis desde el mega apagón que dejó a casi todo el territorio nacional sin luz por varios días en 2019, generando cambios sustanciales en la vida de los venezolanos y aún dejando secuelas difíciles de borrar.

Con información de TalCual

El recuerdo del mega apagón de 2019 sigue vivo en la memoria de los venezolanos

El 7 de marzo de 2019, Daniela se encontraba en casa de su madre en el estado Bolívar debido a la falta de internet en su apartamento. A medida que transcurría el día, se enteraba a través de las redes sociales de cómo el país se iba quedando sin luz poco a poco. A pesar de su inicial falta de preocupación, el apagón eventualmente alcanzó a Bolívar, sumiéndolo en la oscuridad total, dejando a Daniela con una sensación de incertidumbre. Este episodio marcó un antes y un después en la percepción de la estabilidad del suministro eléctrico en Venezuela.

El deterioro del sistema eléctrico y la ineficacia de las medidas gubernamentales

El mega apagón de 2019 reveló las graves deficiencias del sistema eléctrico venezolano, a pesar de los esfuerzos realizados durante la emergencia eléctrica decretada por el fallecido presidente Hugo Chávez. Informes de la ONG Transparencia Venezuela evidenciaron el desvío de recursos destinados al sector eléctrico, con actos de corrupción que socavaron cualquier intento de mejora. Además, decisiones como la estatización de las empresas del sector y la falta de mantenimiento adecuado contribuyeron al colapso actual del sistema.

El impacto continuado del apagón en la vida cotidiana de los venezolanos

A pesar de los años transcurridos desde el mega apagón, Venezuela sigue padeciendo interrupciones constantes en el suministro eléctrico, con efectos devastadores en la vida diaria de sus habitantes. En diversas regiones, los apagones son frecuentes y prolongados, afectando tanto a zonas urbanas como rurales. La falta de electricidad impacta no solo en el ámbito doméstico, sino también en el sector comercial e industrial, generando pérdidas económicas significativas y obstaculizando el desarrollo del país.

La necesidad de soluciones urgentes y sostenibles

Para abordar esta crisis, es imperativo que el gobierno venezolano adopte medidas efectivas que promuevan la inversión en infraestructura eléctrica y fomenten la participación del sector privado. Se requiere una estrategia integral que no solo garantice el suministro eléctrico a largo plazo, sino que también aborde las causas subyacentes de las fallas recurrentes del sistema. La estabilidad del suministro eléctrico es fundamental para el desarrollo económico y el bienestar de la población venezolana, por lo que es crucial que se tomen acciones concretas para resolver esta crisis en curso.